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La industria automotriz nos sorprende cada año con producto y avances tecnológicos, pero pocas veces en la historia se presentan autos que son únicos, que se convierten casi en piezas de arte y vanguardia,...
La industria automotriz nos sorprende cada año con producto y avances tecnológicos, pero pocas veces en la historia se presentan autos que son únicos, que se convierten casi en piezas de arte y vanguardia, ejemplo para la era que representan y ocupan los museos del mundo, así como las colecciones personales más valuadas.
Eso acaba de pasar esta semana. Al ver el nuevo Maserati MC20 no se puede pensar más que en el siguiente capítulo del verdadero “Sport Car” del mundo. ¿Por qué lo es? Primero, por que es único, no hay nada comparable. Segundo: porque logra mostrar realmente la evolución que los departamentos de desarrollo en tren motor, en materiales, aerodinámica y experiencias totales que Maserati ha creado a través de básicamente toda su existencia, que es buena parte de la existencia del automóvil deportivo en el mundo.
Tercero: porque precisamente regresan a sus raíces –solo mire el pilar C como el ícono que la marca ha impuesto o los tres puntos de Maserati–, el auto hereda la esencia de lo que es un auto del tridente, diseño, desempeño, ingeniería, pista, calle, etcétera, no han dejado detalle sin trabajo específico.
El maestro del diseño vuelve a dar una clase y nos enseña proporciones que aparecen al ojo cada vez que vemos el auto, es dinámico, agresivo en la parte delantera, sorprendente desde cualquier ángulo, y hace pensar en su gran ingeniería, viendo esa disposición de motor y amplitud de ejes, proporciones delanteras y la firma lumínica trasera.
El ojo descubre formas desde cada ángulo que se le ve, de hecho, hay que hacerlo inclusive por arriba del vehículo y por debajo, todo es una obra de arte, que arranca sonrisas y acelera el corazón cuando abre sus puertas invitando a manejar uno de los mejores autos creados en este siglo, y la técnica es única pues sus proporciones son fruto de más de 2,000 horas de trabajo en el túnel de viento.
¡Vea el vidrio trasero y descubrirá un trabajo impresionante en esta parte! Y lo es pues además es la ventana su gran tren motor, que lo lleva de cero a cien 3 segundos, capaz de llegar a 320 kilómetros por hora y contamos con aproximadamente 2.4 kilogramos por caballo de potencia, un auto de tan solo 1,470 kilogramos que nos da 630 caballos de potencia.
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Sin duda, con el MC20, Maserati acaba de cambiar el significado del Sport Car de trabajo artesanal, gran tecnología y diseño único, alta costura italiana, el que lo maneje considérese dichoso.
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