Disfrutar de la tecnología primero es siempre un “valor agregado” a los productos que puede comprar, en los autos no es la excepción. En su etapa inicial es escasa, es mucho menos accesible y,...
Disfrutar de la tecnología primero es siempre un “valor agregado” a los productos que puede comprar, en los autos no es la excepción. En su etapa inicial es escasa, es mucho menos accesible y, sin duda, hay un porcentaje de duda en cuanto a su despliegue masivo.
Tome el ejemplo de su música, de los ochenta a la fecha, el casete de cinta magnética todos lo cambiaron a lo que fue el disco compacto y de ahí a dispositivos como el “i-Pod” a guardar música y ahora a servicios de música “On-Line”. Los primeros en disfrutarlos tuvieron este plus.
Pero hemos aprendido que usarlos primero requiere de más inversión, pero también a que cada día son más perecederos, en los noventa no era el mismo ritmo con el que cambiaba su celular que ahora para mantener la innovación casi cada que termina su plan con la empresa de telefonía que contrató debe cambiar su celular.
Llevado a la industria de la movilidad, los autos eléctricos ya sabemos que son el futuro, todas las marcas los están desarrollando, mejorando y declarando que de aquí al 2025 sus gamas estarán fuertemente electrificadas con trenes motores híbridos o eléctricos. Los primeros han sido recompensados en ser reconocidos como los que pudieron acceder a ellos, sin embargo, esta moda en cinco años cambiará y pronto veremos a los que se podrán manejar solos.
En un anuncio en el “Súper Bowl” 2020 una marca coreana se enfocó en enseñar cómo se pueden estacionar los autos sin tener alguien al volante.
Ver un auto de conducción autónoma quizás no le falte mucho, es sorprendente hoy. Escuchaba una plática de estadística, datos y proyección del patrimonio de inversionistas hacia el futuro y decían que hay tres razones específicas:
Primero la red está lista para aceptar la mayor cantidad de datos que en toda la historia, la rapidez y confiabilidad es, sin duda, un hecho garantizado, el orador un banquero de inversión con bastantes estudios a su alcance decía que los datos flotando en la red para 2025 serían de 175 Zettabytes, y dijo que para imprimir un Zettabyte se necesitarían 15 trillones de árboles de papel, lo que no existe sobre el planeta. La segunda condición certera para que esto suceda es que la capacidad de procesamiento accesible a todos y en dispositivos móviles hace posible la inteligencia artificial, que no es otra cosa que aprender patrones de conducta para tomar decisiones. El ejemplo es claro, cuando el hombre llegó a la Luna se necesitó una capacidad de computo, hoy en su celular hay 100 millones de veces más capacidad que en aquella computadora.
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Y la tercera condición, es que hay la inversión más grande y continua en este renglón, donde empresas privadas, y ya no solo gobiernos, como en la llegada a la Luna o capacidad militar que se deseara en el siglo pasado. Esta inversión cada día hace más “inteligente” a las cosas que están conectadas y aprende patrones aceleradamente, compañías de dispositivos móviles, de buscadores y aplicaciones digitales, comercio por internet, etcétera.
Así, con estas características tecnológicas se podrá llegar a los vehículos autónomos. Pero algo que usted querrá tener, además de no manejar en tráfico o conectarse a una carretera y llegar a su destino horas después o las mismas mercancías que consumimos. Es que está demostrado que de todos los accidentes, 95% de ellos ocurren por error humano, sí, el del conductor. Y las muertes relacionadas son en igual proporción y se estiman entre peatones, conductores y ocupantes en 16,000 al año. Lo que puede borrarse con la inteligencia artificial en su vehículo que poco a poco permeará y estoy seguro de que entrará por los vehículos de lujo, que, si hoy ya tienen capacidades autónomas y de leer el camino, pronto lo llevarán sin que tenga que haber, a veces ni volante “desplegado” –en algunos prototipos aparece y desaparece-, y ahí será diferenciador.
Así que, si su auto Premium aún no tiene sistemas de conducción autónoma, quizás no lo note tanto como si a alguien lo llevaran sin conductor, pero sí, se está quedando a atrás. Este banquero, de nombre Esteban Polidura, del Julius Bär, institución financiera global y compañeros del equipo de BMW i, habló en la víspera de la Formula E, del cambio de la economía, llegando a concluir que, por la seguridad incremental, gracias a la inteligencia artificial en vehículos, sin duda, sucederá por los factores mencionados con los que además asesoran en inversiones patrimoniales.
¿A poco no querrá un auto autónomo que lleve por lo menos 95% más seguro a sus hijos a la escuela? Si usted no, quizás sus hijos lo adoptarán con mayor facilidad para sus nietos en las próximas dos décadas.
La conclusión es que la tecnología sigue, la actualización de la misma avanza a pasos agigantados lo que requiere que cada día se conecten los diversos dispositivos y equipos que compre… pero quizás cuando eso sea verdad, el verdadero lujo sea conducir un auto de combustión interna en la calle si aún se permiten en ciertos días o uno en pista, pues los motores de hoy serán los “vintage” del futuro. Seguro tendrán más mercado que solo verlos en los museos. ¿Qué dice? ¿Con cuál de los autos de combustión se quedaría? Serían escasos, pocos podrán disfrutarlos, requerirían de gran inversión para tenerlos funcionando y de personal capacitado para repararlos. Suena al lujo de productos escasos y de alto valor que tenemos hoy en día, no le parece…