Ford invierte $5,000 MDD en lo que será su nueva era eléctrica

Ford vendió millones de automóviles Modelo T en todo el mundo, pero este vehículo fue mucho más que un best seller. Era capaz, asequible, fácil de conducir y reparar, y literalmente puso al mundo sobre ruedas al hacer que el transporte personal fuera accesible para las masas.

Conocido como “el coche universal” por su versatilidad, el Modelo T cobró vida en una sala secreta del tercer piso de la histórica planta Piquette en Detroit. Tras una puerta cerrada y sellada, un pequeño equipo de personas selectas, entre las que se encontraban Edsel Ford y el propio Henry Ford, experimentaron con diversos métodos de propulsión, desarrollaron un sistema de transmisión planetaria y perfeccionaron el magneto.

Tal como lo hizo entonces con el Modelo T, hoy Ford Motor Company apuesta nuevamente por la innovación y la eficiencia. Anunció una inversión cercana a los 5 mil millones de dólares y la creación o aseguramiento de casi 4 mil empleos en Estados Unidos. Hoy, la marca del óvalo azul ha presentado un plan que combina lo mejor de su legado con la agilidad de una startup mediante una nueva plataforma eléctrica, un proceso de ensamblaje revolucionado y el lanzamiento de una pickup mediana eléctrica de cuatro puertas que promete ser tan práctica como emocionante.

El proyecto abarca dos puntos neurálgicos de la operación: la planta de ensamble de Louisville, Kentucky y el BlueOval Battery Park Michigan, donde se fabricarán las avanzadas baterías prismáticas LFP. El primer fruto de esta estrategia verá la luz en 2027: una pickup eléctrica con un precio inicial estimado de 30,000 dólares, con gran espacio para pasajeros y un “frunk” (cajuela delantera) junto con su caja trasera. Y sí, será tan rápida como un Mustang EcoBoost.

Una plataforma que cambia las reglas

La Ford Universal EV Platform es el corazón de este plan. Diseñada para fabricar a escala una familia de vehículos eléctricos accesibles, divertidos de manejar y tecnológicamente avanzados, esta arquitectura reducirá las piezas en un 20%, disminuirá los elementos de fijación en un 25% y permitirá ensamblar un vehículo 15% más rápido que los actuales.

Incluso los detalles esconden avances sorprendentes: el nuevo arnés de cableado será 1.3 kilómetros más corto y 10 kilos más ligero que en la primera generación de SUV eléctricos de Ford. Las baterías LFP, libres de cobalto y níquel, servirán también como piso estructural, bajando el centro de gravedad para mejorar el manejo y ofrecer un habitáculo silencioso y amplio.

Jim Farley, Presidente y CEO de Ford, lo resumió así:

“Teníamos que crear vehículos accesibles que emocionen a los clientes y que sean sostenibles como negocio. No había un camino incremental; había que repensarlo todo”.

Ford revoluciona el proceso de ensamble… otra vez

Más de un siglo después de inventar la línea de producción en movimiento, Ford presenta su evolución: el Ford Universal EV Production System, que cambia la línea transportadora por un “árbol de ensamble”.

En lugar de una única línea, habrá tres subensambles que fabrican en paralelo: el frente, la parte trasera y el módulo central de batería con interiores. Después, se unen para formar el vehículo. Este método reduce esfuerzos físicos de los trabajadores, mejora la calidad y permite una velocidad de ensamblaje 40% mayor.

“Rediseñamos la fábrica desde cero, poniendo a los empleados en el centro”, explicó Bryce Currie, Vicepresidente de Manufactura de Ford en América.

Una apuesta por el empleo y la innovación en EE.UU.

La planta de Louisville recibirá una inversión de casi 2 mil millones de dólares, asegurando 2,200 empleos y sumando 52,000 pies cuadrados a sus instalaciones para optimizar el flujo de materiales. Además, contará con la red digital más rápida y con mayor cobertura de todas las plantas Ford en el mundo.

A esto se suma el BlueOval Battery Park Michigan, con una inversión previa de 3 mil millones de dólares para producir las baterías prismáticas LFP que impulsarán la nueva pickup.

Más que un producto, una visión

La inspiración viene de lejos: “Tomamos como referencia el Model T, el auto universal que cambió el mundo”, comentó Doug Field, Jefe de EV, digital y diseño de Ford. Y aunque la nueva pickup todavía guarda algunos secretos –como autonomía, tamaños de batería y tiempos de carga–, la promesa es clara: un vehículo eléctrico accesible, versátil, potente y hecho por manos estadounidenses.

Con esta apuesta, Ford no solo renueva su oferta, sino que reafirma algo más profundo: que la innovación, la eficiencia y el compromiso con el trabajo local pueden ir de la mano para moldear el futuro de la movilidad.

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