Efectivamente, gasolina o electricidad parece ser la cuestión para los entusiastas del manejo y para quienes necesitamos un vehículo para movernos. Le puedo asegurar que a todos nos llegará esa pregunta próximamente en la...
Efectivamente, gasolina o electricidad parece ser la cuestión para los entusiastas del manejo y para quienes necesitamos un vehículo para movernos. Le puedo asegurar que a todos nos llegará esa pregunta próximamente en la decisión de compra, y en algunos años ya ni siquiera será tema, por lo que hay que aprender de los eléctricos cuanto antes.
El entusiasta de la gasolina se va a quedar por siempre pero desgraciadamente va a tender a desaparecer en las próximas tres décadas, aunque en 2050 quizás la actividad de motor de combustión quede solo para los realmente aficionados a los pistones, la gasolina y las pistas. Hoy ellos mismos están viendo que la afición por el manejo no está en cómo generar la energía, sino la entrega de ésta y en los autos eléctricos es mucho más directa, más abundante y cada día más emocionante de manejar.
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Habrá pronto generaciones que no metan velocidades de manera manual –los eléctricos no la necesitan–, que no vivan con gasolina alrededor y que su concepto de energía esté en un cable y no en una manguera.
La aceleración de los eléctricos puede dejar de lado cualquier emoción de los de gasolina, menos las reverberaciones y sonido del motor, el “clack-clack” de los cambios de velocidad en pista, y la espera a que se entregue el torque a las llantas.
Hoy los eléctricos ponen exponente a la experiencia de aceleración al máximo, el control del vehículo con software más poderoso, motores sumamente confiables y baterías cada día más eficientes termodinámicamente, para almacenamiento de energía y para capacidad de carga rápida.
Quien los conozca y le guste manejar, querrá ya tener uno, quien vea el ahorro y comodidad, desesperará por tener una opción propia eléctrica y poco a poco se materializan.
Así el romanticismo de los verdaderos deportivos a gasolina quizás se quede en la memoria colectiva en tres décadas, y los pequeños motores a gasolina y los turbo para ciudad de todos los días se vean como poca cosa en el mismo segmento de precio que los eléctricos.
Pregúnteselo y quizás por no haber hoy, en el 2020, todas las opciones, no compra aún un híbrido enchufable o un eléctrico, pero en un par de años o para su siguiente financiamiento seguro serán opción. Gasolina o electricidad, esa es la cuestión en esta tercera década del siglo.