El mercado subcompacto a finales de la década de los 80 contaba para ese entonces una feroz competencia donde casi todos los fabricantes de automóviles en el planeta participaban. En ese entonces, General Motors sufría para asentarse en ese segmento y no fue hasta que Chevrolet Cavalier vendría donde GM obtendría su representante en el mundo subcompacto.
Introducido junto con el resto de la plataforma de tercera generación de GM llamada J-car, Cavalier se asentaría en el mercado norteamericano junto con Cadillac Cimarron, Buick Skyhawk, Oldsmobile Firenza y el J2000 luego conocido como Pontiac Sunbird.
Como platicamos, General Motors había tardado en meter un ganador en el segmento para coches pequeños. Aunque Vega y Monza habían sido las apuestas originales para GM, no llegaron a obtener los números deseados en ventas. Fue así que Chevrolet Cavalier fue introducido a la ecuación.
Al principio, Cavalier fue ofertado en todo tipo de carrocerías al ser una apuesta importante de General Motors. Sería ofertado en un coupé de dos puertas, hatchback de 3, sedán de 4 e incluso en una versión station wagon de hasta 5 puertas para las familias grandes.
Nuestro coche de #ViernesVintage saldría a la venta en 1981 al llegar al mercado con solamente tracción delantera. Además, más adelante se agregaría una opción para un hatchback de 3 puertas, emulando un poco al Monza e incluso una versión convertible exclusiva de las cuales solamente 1000 unidades se producirían.
Para 1984, el éxito del modelo y la demanda de los consumidores llevó a Chevrolet a realizar una versión con un motor V6 y cambios mínimos en su diseño.
Para nuestro país, el Cavalier tuvo una peculiaridad durante su primera generación. Una de las filiales de General Motors, Pontiac aún no llegaba a México. Similar al caso de Volkswagen Atlantic, un cambio de nombre fue la solución.
En este entonces, Cavalier era idéntico al Pontiac Sunbird debido a que las especificaciones para el modelo norteamericano no eran exactamente iguales. No fue hasta 1993 cuando Sunbird y Cavalier serían vendidos por separado en México.
La segunda generación de Chevrolet Cavalier llegaría en 1988, una vez establecido como el vehículo de tamaño pequeño mejor vendido de la marca de los fabricados localmente. Pero con este rediseño, también vendrían cambios notables, sobre todo en las carrocerías.
El hatchback de 3 puertas, la idea original con la que venía a reemplazar el Monza fue abandonada mientras que las versiones coupé, sedán, station wagon e incluso la convertible se siguieron ofreciendo. Algo extraño que el único en recibir un rediseño total fue la versión coupé.
Para este nuevo rostro de Cavalier, el motor estándar era uno de 2 litros de 4 cilindros que producía 90 HP mientras que la opción del V6 llegaba a los 125 caballos de potencia, presente en las versiones más altas del modelo, la RS y la Z24.
A pesar de todos estos cambios, en 1991, Cavalier recibiría más cambios notables. Entre ellos, un nuevo cofre, defensas delanteras, faros frontales y traseros; rines nuevos y un interior totalmente reinventado. Incluso las versiones más fifí contaban con asientos con altura ajustable y hasta reproductores de CD.
Todos estos cambios que recibió el Cavalier fueron evidentes mientas que la cara exterior se mantuvo al probar ser tanto popular como identificable al modelo. Otro cambio más, algo triste quizá, fue que evitar competencia interna con el Chevrolet Beretta, la versión convertible sería descartada.
El que pensábamos sería el último rediseño para el Chevrolet Cavalier tuvo lugar en 1995. Buscando todavía generar más apego al éxito que se había convertido, Chevrolet optó por un tamaño mayor y un diseño con mas aerodinámica, emulando a su vehículo deportivo de esa época: el Camaro.
De ahí, su primer cambio radical a las primeras generaciones fue reducir aún más la oferta de carrocerías. Solamente las opciones de coupé de dos puertas, el sedán y el convertible se mantuvieron; todos con un motor de 4 cilindros.
No obstante, llegó a existir una versión bastante rara con un motor de 2.5 litros H265 en V6. Si está en buenas condiciones, puedes decir que tienes un coche raro si tienes esas especificaciones.
Para 1997, estos cambios se notaron en Cavalier, convirtiéndolo en el vehículo mejor vendido de toda la línea que ofrecía General Motors. Y para expandir ese brutal éxito más allá de América así como batallar las restricciones de exportación en Japón, Chevrolet ofreció el coche bajo el nombre Toyota Cavalier.
Además de obviamente contar con el volante en el lado derecho, el Toyota Cavalier japonés contaba con una palanca envuelta en piel, freno en el volante, indicadores laterales en amarillo para cumplir con la normativa local, espejos eléctricos y una cajuela con alfombra; cuestiones que los Cavalier básicos no contaban.
Este éxito duraría hasta 2005 donde General Motors cesaría su producción en todo el mundo. Pero existían dos países que aún añoraban el Cavalier, lo suficiente para traerlo de vuelta: China y México.
En 2016 llegaría Cavalier a China para una última vuelta y México le seguiría casi inmediatamente después en 2018 para reemplazar al Chevrolet Sonic. Una decisión que continúa ahora para respaldar el nombre de uno de nuestros coches más queridos de General Motors.
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