Hyundai, el resultado de insistir en una visión de éxito

Esta semana pude visitar la ciudad de Seúl y la de Ulsan, en Corea del Sur, ambas muy importantes pues la primera es la capital de un país que en los últimos 50 años ha sabido construirse, educarse, innovar y crear de las principales empresas en varios giros en el mundo y, obviamente, una de ellas es la automotriz con el Grupo Hyundai.

La segunda ciudad es donde está la planta más grande del mundo en construcción automotriz y es tal su convicción por innovar, encontrar soluciones rápidas y certeras y ponerse a trabajar, que hoy ensamblan en cinco mil kilómetros cuadrados, casi los 6,000 vehículos diarios, uno cada 19 segundos, emplean a 34,000 personas y en este sitio son capaces de armar vehículos a gasolina, híbridos, eléctricos y ya van en no uno, si no dos con tecnología de hidrógeno, de hecho, el autobús que tuve que tomar para darme la vuelta por la inmensa planta era de hidrógeno, sin emisiones, sin sonido.

Es tan grande la planta de Ulsan que es una comunidad, con servicios desde bancos, médicos, agencias de viajes, ópticas, etcétera, todo lo que se pueda necesitar, hasta que en los edificios contiguos viven gran cantidad de las personas que trabajan dentro de ella, con un pago por su vivienda que se puede considerar representativo.

Hyundai es más que Corea, eso lo pude confirmar pues Corea es grande con la bandera de Hyundai en el mundo, todo empezó con la venta de una vaca por la familia del su fundador para llegar a formar una empresa que además enriqueciera a su país con la innovación de ensamblar autos.

Pero ¿cómo en los sesenta pudo iniciar su incipiente operación de ensamble y presencia industrial y hoy ser una de las cinco grandes empresas más respetadas en la industria? Pues pidió ayuda a Ford para hacer el sueño de iniciar producción, por ello hicieron el Ford Cortina, pero a los pocos años y antes de iniciar los años setenta lanzan su primer auto verdaderamente coreano y que, de hecho, fue el primero de exportación, el Pony, cuyo logo es el caballo simulando saltar.

Ese incipiente vehículo fue innovador y exportado, hoy salen 167 barcos llenos de vehículos que van a todo el mundo, incluyendo los mercados más demandantes en el globo y desde hace once años llegan a México.

En el país casi 80% de la venta es de vehículos de Hyundai o la marca Kia que compró un par de años antes de iniciar este siglo y con lo cual hizo el gran conglomerado. Difícil voltear y no ver uno de sus autos en las amplias avenidas de hasta ocho carriles, sus largos túneles de kilómetros o uno de sus 34 puentes que cruzan el río en Seúl.

El país de las carreteras e infraestructura perfectas, sin duda, es resultado de demandar los mejores caminos y ahí reflejar que debían hacer su industria automotriz, todo ello en menos de 50 años y hoy se encuentran a toda velocidad en su innovación y tecnología. La Palisade híbrida que inicia venta en México es un gran ejemplo de cómo al mundo le han entregado soluciones de alta tecnología, en sus eléctricos se nota su inversión en innovación, y en su infraestructura lo bien administrados, manejados y retados para llegar rápido al mundo con calidad, confiabilidad y diseños que hoy son globales.

Si no se visita Corea no se alcanza a dimensionar lo que esta empresa, fundada por un campesino de muy escasos recursos pero de ambiciosas metas, ha podido generar para su país, haciéndolos hoy en día uno de los más atractivos e interesantes en casos de negocio. No queda duda de cómo sus dos marcas en México también han sido casos de negocios únicos en el país con producción, ventas, alcance nacional y con una participación de mercado cada día más amplia.

No son solo vehículos, son parte de un proyecto de nación, industria, educación y filosofía positiva de vida y disciplina en el mundo, por ello han avanzado rápido y certeros en la industria automotriz, con paso firme en mercados tan complicados como Estados Unidos y Europa.

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