Viajamos al circuito de Amozoc, en Puebla, para ver de qué está hecho este vehículo que a lo largo de sus cuatro décadas ha marcado la pauta en el segmento de los hot-hatch en...
Honor a quien honor merece, este deportivo de Volkswagen lleva cuatro décadas llenando el asfalto de emoción y ahora con su séptima generación está de vuelta para seguir dominando este segmento en el mercado nacional e internacional. No hay mejor forma de celebrar a este cuarentón que hacerlo en la pista, su hábitat natural.
Desde muy temprano dejamos en el retrovisor el caos vial de la Ciudad de México para dirigirnos a la Pista de Amozoc en el estado de Puebla, en donde está el cuartel general de Volkswagen, para tener un vibrante track day con el Golf GTI 2017.
Este modelo ya está disponible en los pisos de venta de la firma alemana en nuestro país con un precio que arranca en los 444 mil 990 pesos.
Su corazón es impulsado por un motor 2.0 litros turbo que nos entrega una potencia de 220 caballos de fuerza, con un empuje de 350 Nm, acoplado a una transmisión DSG de seis velocidades, con lo que se alcanzan los 100 km/h en sólo 6.5 segundos.
Fuego en la pista
Al llegar a este circuito fuimos recibidos por las joyas más preciadas del Club GTI México, quienes no se guardaron nada y presumieron lo mejor de las diferentes generaciones de este hot-hatch, algunos en su estado más purista y otros modificados hasta los dientes.
Una vez que dimos el recorrido por gran parte de la historia de este modelo era momento de ponerle las garras encima y enfilarlo a la pista.
Antes de acelerar las pulsaciones constatamos la buena calidad de sus materiales en su habitáculo, en el que sus insertos de aluminio realzan su diseño vanguardista y evitan que olvidemos su carácter deportivo, mientras que la piel y ergonomía de sus asientos ayudan a encontrar una posición de manejo cómoda para el día a día y los días en que busquemos acelerar a fondo.
El Golf GTI 2017 ofrece diferentes modos de manejo, ECO, Confort, con modo de ajustarlo personalmente (manual o automático), pero aquí no nos anduvimos con rodeos y nos fuimos directo y sin escalas al modo Sport, que con las paletas al volante sacamos al piloto que todos llevamos dentro.
Ya en el trazado nos mostró el por qué es el rival a vencer en este nicho de mercado. Su aceleración vigorosa, su dirección precisa, frenos a prueba de fuego, sistemas de control de tracción y estabilidad que nos llevaron a surfear en toda la pista sin que en ningún momento perdiera el aplomo nos dejó pidiendo más tiempo con este vehículo, pero como todo lo bueno debe terminar.
La conclusión es que como todos los GTI anteriores éste cuanta con la deportividad y la mecánica necesaria para llevar nuestro manejo a un nivel de diversión nuevo. Con cuatro décadas a cuestas y, como dicen los que saben, los cuarenta marcan el balance de la vida y vaya que si este hatchback puede presumir de experiencia y arrojo. Tranquilos todos tenemos GTI para rato.