Vettel vuelve a los más alto del podio a más de un año de haber ganado el Gran Premio de Bélgica en 2018.
Sebastian Vettel consigue su primera victoria de la temporada en el Gran Premio de Singapur. El alemán saco el máximo provecho de su auto tras las paradas en boxes, la estrategia de Scuderia Ferrari y la conducción conservadora de Charles Leclerc y Lewis Hamilton.
El gran premio nocturno iniciaba con Charles Leclerc arrancando desde la pole position después de superar por 191 milésimas a Lewis Hamilton en la clasificación; sin embargo 61 vueltas le separaban de su tercera victoria consecutiva.
La arrancada no representó mayor complicación para el piloto monegasco, con un inicio limpio y escapándose del resto, mientras que el británico se colocaba tras él. La carrera transcurrió sin contratiempos en la primera parte de las carrera, a pesar de que la pista estaba sucia además del tan particular y estrecho trazado de Marina Bay.
Lo anterior hizo que las paradas a pits fueran inevitables, ingresando Vettel y Verstappen en la vuelta 21, siendo los primeros líderes en cambiar de gomas. Esta decisión marcó el resto del gran premio, ya que Leclerc hizo el cambio a la vuelta siguiente, saliendo a pista detrás de su compañero alemán.
Mercedes apostó a la aparición de un safety car, situación que no aconteció, al menos no cuando ellos querían obligando primero a Bottas a ir por compuestos frescos en la vuelta 23 y luego Hamilton, que aguantó lo más posible en la pista haciendo el cambio en la vuelta 28.
Esta situación relegó al cuarto lugar al vigente campeón y quinto lugar para su compañero de equipo. Mismas posiciones en las que finalizaron la carrera. Por su parte Giovinazzi se colocó líder de la carrera provisionalmente, incluso los jóvenes Gasly y Albon se colocaron en las primeras posiciones, hasta que tuvieron que pasar por boxes. El piloto de Alfa Romeo posteriormente sufría una penalización de 10 seg por manejo irresponsable al poner en riesgo a los oficiales de pista.
Los Safety Car si aparecieron, pero en la última parte de la carrera, primero por un incidente de George Russell, una falla mecánica del piloto mexicano Sergio Pérez y un contacto entre Raikkonen y Kvyat.
Al relanzarse la carrera faltando diez vueltas para el final, el tetracampeón del mundo hizo un trabajo impecable en la pista, logrando mantener su ventaja sobre Leclerc, quién a su vez contuvo a Max Verstappen.
Vettel se convirtió en el mayor ganador en el Circuito de Marina Bay, consiguiendo además el 1-2 para Ferrari y reivindicándose como piloto al volver a la victoria a más de un año de haber ganado el Gran Premio de Bélgica en 2018.