Miguel Garza y su hijo Patricio presumen el trofeo y el bólido ganador en esta competencia de velocidad y resistencia, en la que dejaron en el camino a más de un centenar de rivales.
Miguel Garza y su hijo Patricio se llevaron la segunda edición del Rally Maya, en los controles de un Dauphine 1093, dejando a más de 100 rivales mordiendo el polvo en esta competencia que se llevó a cabo, el pasado 4 de mayo en la ciudad de Mérida.
El Dauphine 1093, es una versión de competencia que produjo la firma del Rombo en Francia durante 1962 y 1963. De ella se fabricaron 2 mil 140 unidades, la mayoría se empleó para uso deportivo dándole satisfacciones a sus propietarios tanto en pista como en rallies.
A la fecha, hay registro de menos de 100 unidades en existencia, casi todas localizadas en Francia, de las cuales aproximadamente 50 se encuentran en condiciones de uso, pero muy pocas originales como lo es el modelo ganador en esta competencia.
“Fueron cinco días de intensa competencia, con temperaturas de 40 grados, para recorrer mil 400 kilómetros. Esta es la primera vez que compito con mi auto, porque no había encontrado una competencia digna de él y este Rally Maya me pareció adecuado para correr con mi Renault y mi hijo. Y ganamos”, destacó Miguel Graza.
Además de las emociones vividas en los días de competencia el objetivo de esta carrera fue recaudar fondos para ayudar la diabetes en niños, asi como a personas con capacidades diferentes. Nosotros celebramos la puesta en marcha que acerque a las personas al deporte motor y más aín si llevan en su motor una causa noble. en hora buena.