Innovación tecnológica, diseños distintivos, buena oferta de mercado. Todo esto distinguía a la compañía automotriz de origen sueco a lo largo de sus sesenta años de historia. ¿Pero qué le pasó a Saab que lo llevó a su eventual desaparición?
Fundada desde 1945, esta compañía tenía todo el potencial para convertirse en una fuerza automotriz de poder mayúsculo en la Unión Europea. ¿Entonces qué pasó exactamente que desembocó en su total desaparición? Y más importante, ¿volveremos a ver a este fabricante alguna vez en nuestras calles?
Para entender qué le pasó a Saab es necesario entender su historia. La firma sueca se estableció como “Svenska Aeroplan Aktiebolaget”, una compañía aeroespacial y de defensa durante 1937 en Linköping. Su propósito inicial fue construir aeronaves para la Fuerza Aérea Sueca con el objetivo de proteger a la nación en plena víspera de la Segunda Guerra Mundial.
Una vez finalizada la guerra, la compañía necesitó explorar nuevos caminos para subsistir. Por ello, en 1945 se inició el proyecto de fabricación de automóviles.
Su primer ejemplar de producción llegó en manufacturado en 1949 bajo la denominación de Saab 92. 20,000 ejemplares fueron vendidos a lo largo de la década de los 50. Un éxito sobresaliente considerando que la firma tenía nula experiencia dentro del mercado automotriz.
Este cochecito resaltaba por un diseño inusualmente aerodinámico. El cuerpo entero del coche estaba hecho de una sola lámina de metal moldeado y cortado para acomodar las puertas y las ventanas. Con un motor transversal de dos cilindros con apenas 25 caballos de potencia, estaba principalmente destinado para un manejo sencillo y económico en la ciudad. Es decir, era un coche ideal para el mercado europeo.
¿Qué le pasó a Saab a partir de su éxito en Europa? La firma sueca iría evolucionando a partir de alianzas importantes que surgieron en 1969. La innovación tecnológica que trajo el modelo Saab 99 marcaba un camino a seguir enfocado en dos principios: investigación de nuevas tecnologías y diseños inusuales.
Por ello, en 1969 se armó la primera alianza de Saab con la compañía sueca Scania-Vabis AB. Uno de los principales productos de esta asociación fue expandir el modelo 99 a una línea coupé con un rediseño total. Además, gracias a un arreglo con Fiat, Saab podría fabricar una iteración del Lancia Delta pero bajo el nombre de Saab 600.
Para el año de 1989, la asociación de Saab-Scania se uniría bajo una sola compañía independiente llamada Saab Automobile. Pero eso no sería todo. Además, comenzaría la adquisición de la marca por parte de Investor AB y nada más y nada menos que General Motors. La inversión de GM ascendería a 600 millones de dólares donde Opel sería la base para la mayoría de los nuevos vehículos de Saab.
General Motors llevó a Saab a una expansión a mercados globales, incluyendo la fabricación de modelos como el 9-4X en la planta de Ramos Arizpe en México. Sin embargo, eso no fue suficiente. Para el año 2007, la compañía estaba lidiando con pérdidas enormes en el mercado debido a una baja demanda por sus vehículos.
El golpazo brutal a la economía en 2009 fue fundamental para lo que le pasó a Saab. General Motors no podía asumir más pérdidas con la compañía sueca y en 2010 anunció su venta a Spyker N.V., una compañía danesa enfocada a la producción de autos deportivos fundada en 1999. Increíblemente, Saab estaría siguiendo órdenes de una compañía mucho más joven que ellos.
Aunque General Motors seguiría entregando motores y transmisiones a los modelos Saab, la adquisición de Spyker no sería suficiente. Tan solo un año después, debido a las pérdidas financieras se buscó una alianza más con la compañía automotriz Hawtai que no duró más que unos cuantos días.
Después de casi tres años de batalla, Saab no pudo sobrevivir. El 16 de abril 2012, la marca sueca anunciaría oficialmente su bancarrota. Sus activos se valuaban en 500 millones de dólares mientras que su deuda superaba los sorprendentes 2,000 millones de dólares. Impreshionanti.
Después de lo que le pasó a Saab hubo un momento donde había esperanza. El 13 de junio de 2012 en una conferencia de prensa se anunció que Saab Automobile y sus subsidiarias habían sido adquiridas por un consorcio chino llamado National Electric Vehicle Sweden o NEVS.
El plan de NEVS sería ofrecer vehículos totalmente eléctricos basados en el existente modelo 9-3 de Saab. Sin embargo, por cuestiones legales aunque los coches se llamarían Saab, no podría utilizarse los logos de Saab ni de Scania en sus nuevos vehículos. La planta de Trollhättan abrió nuevamente sus puertas para la fabricación de motores eléctricos y parecía todo ir en orden.
Desgraciadamente, los problemas legales regresaron, obligando en 2014 a NEVS a un paro total de operaciones y el despido de 150 empleados. NEVS finalmente anunció que no volvería a utilizar la marca Saab nuevamente en ninguno de sus vehículos.
La marca desapareció totalmente después de esto y su último ejemplar de producción, un 9-3, se vendería por 47,850 dólares. Este fabricante de gran historia e innovación tecnológica no pudo sobrevivir y actualmente yo diría que la esperanza es casi nula de que los volvamos a ver. Sin embargo, queda el recuerdo de una firma famosa por diseños extravagantes y una visión alternativa de lo que tenía que ser el automóvil moderno.
Visita nuestro canal de Youtube para nuestras pruebas en video
George Russell superó a su compañero de equipo Lewis Hamilton en el doblete de Mercedes…
George Russell cumplió con el alentador ritmo de práctica de Mercedes para vencer a Carlos…
Con un diseño renovado, más tecnología e innovación, debuta el nuevo Kia Sportage 2026, estará…
En el Autoshow de los Ángeles, Hyundai presentó el nuevo IONIQ 9, un SUV totalmente…
Los SUV continúan con tendencia en crecimiento. Son modelos de alta tecnología, seguridad y confort.…
Kia K4 sedán, el vehículo que se produce en México, fue nombrado uno de los…