Porsche 550 James Dean
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Porsche 550: cuando la tragedia y el milagro se juntan

Porsche 550 se convirtió en un estandarte para generar interés del fabricante alemán a nivel mundial y salvar a la marca de una quiebra financiera que parecía inminente. Deportivo en todas sus facetas, el...

/abril 23, 2021

Porsche 550 se convirtió en un estandarte para generar interés del fabricante alemán a nivel mundial y salvar a la marca de una quiebra financiera que parecía inminente. Deportivo en todas sus facetas, el 550 trae consigo una historia sin igual que hoy divulgaremos en #ViernesVintage

Producido de 1953 a 1956, Porsche 550 fue el primer coche de la marca 100% pensado para las carreras. Existen puntos vitales tanto en su diseño como motorización que llevaron al automóvil a un éxito sensacional; eso sí, acompañado también de tragedias involucrando una de las caras más reconocidas a nivel mundial en los 50. 

La concepción de un coche de competencia

Porsche 550 era la alternativa al carro deportivo que había estado dominado por marcas como Lotus o MG. El fabricante alemán en condiciones financieras delicadas entendía que este nuevo modelo tenía que cumplir en la pista antes que nada. 

Por ello, los ingenieros optaron por un motor central tipo bóxer, también conocido como Furhmann. Este ejemplar de cuatro cilindros enfriado por aire entregaba una potencia de 110 caballos de fuerza y un torque de 121 Newton metros. Todo eso en una carrocería que no pesaba más de 550 kilogramos. Tomen eso en cuenta cuando les digo que Ford Ka pesaba entre 820 y 960 kilogramos.  

Motor del Porsche 550
Fotografía de Porsche AG

No solamente el motor era una hazaña increíble sino que también se complementaba con su diseño. Gracias a su forma redonda y distancia muy pegada al piso, el coche tenía ventajas notables frente a su competencia. Fue tal su efectividad que gradualmente otras marcas adoptarían este tipo de diseño en sus propios vehículos en los años 60. 

La presentación, el poder y la publicidad

Inspirado por el 356 creado por Ferry Porsche así como prototipos de Walter Glöcker, Porsche 550 se presentó en 1953 en el Auto Show de Paris al público con resultados muy positivos. Se fabricaron solamente 3 prototipos al principio que contaban con una carrocería estilo coupé y techo removible. 

Fue aquí que los ejemplares partieron a competir en carreras como la Nurburgring Eifel Race, las 24 Horas de Le Mans y la Carrera Panamericana en nuestro país; eventualmente llevándolo a conseguir su primera victoria en la Targa Florio de 1956. 

Porsche 550 en la Carrera Panamericana
Fotografía de Porsche 550

El éxito del 550 llevó a Porsche a realizar 90 ejemplares más para competición. Sin embargo, conductores privados comenzaron a ponerle mucha atención no sólo por su desempeño sino genial diseño y manejo. Entre ellos, destaca un actor de Hollywood quien elevó al coche y la marca a un estado de fama perpetuo. 

Porsche 550 1955
Fotografía de Uncrate

El lado deportivo de James Dean

James Dean, el actor norteamericano e icono cultural de los años 50, fue uno de los principales personajes para llevar al Porsche 550 a la fama internacional. Resulta ser que Dean pertenece a una lista notable de actores fanáticos de las carreras deportivas.

El joven actor empezaría realizando comerciales para Pepsi Cola y trabajando como valet en los estudios CBS no solo por sus aspiraciones actorales sino también por el amor a los coches. De ahí, saltaría a papeles secundarios en películas grandes, gracias a sus relaciones con gente del estudio. 

James Dean y su Porsche Speedster

El éxito llegaría para el actor en 1953 cuando Elia Kazan contrataría a Dean como uno de los protagonistas en la cinta Al este del Edén. El carisma y atractivo de James Dean lo lanzaría de inmediato a la cima y participando como estelar en los clásicos Rebelde sin causa y Gigante.

A pesar de interés por la actuación, James Dean siempre tuvo en su sangre el amor por las carreras deportivas. Fue ahí que con el dinero recaudado por sus películas comenzó a adquirir varios vehículos deportivos como una motocicleta Triumph Tiger T110 y un MG TD deportivo.

Dean tuvo su primer experiencia con Porsche después de comprar un Speedster en el año de 1955. Su fascinación lo llevaría a competir una carrera llamada Palm Springs Road Races. Terminaría como primero en la categoría de novato y segundo en el evento general. No hay duda que en el joven actor había talento. 

El día que lo cambiaría todo

La pasión por automóviles deportivos de James Dean culminaría en 1955 cuando justo al terminar de filmar la película Gigante, el actor añadiría a su colección un Porsche 550, influenciado por su gran reputación de ligereza y agilidad. 

El ejemplar predilecto de Dean fue el apodado “Little Bastard” por su amigo y conductor para dobles Bill Hickman. Con intención de competir en la carrera Salinas Road Races, Dean llamó a su ingeniero de Porsche Rolf Wütherich para realizar su primera prueba de manejo. 

James Dean y su Porsche 550

James Dean conduciría mientras Wütherich iría de pasajero en un manejo por Bakersfield California llevando al vehículo hasta 90 millas por hora en ciertas ocasiones. 

Fue en ese momento que un joven estudiante de California Polytechnic State University en un Ford Tudor decidió realizar una vuelta sorpresiva. James Dean no pudo evitar el contacto con el vehículo y trágicamente perdió la vida a sus 24 años de edad el 20 de septiembre de 1955.

El legado permanece

La historia del accidente de James Dean en un Porsche 550 le dio vueltas al mundo. A pesar de la tragedia, el vehículo aún permanece como un vehículo altamente deseado para los coleccionistas. 

La reducción de peso al mínimo combinado con sus históricos looks que al día de hoy encontramos en modelos como 959 son factores importantes. Sin embargo, los entusiastas dicen que el éxito reside principalmente en la increíble distribución de peso que al día de hoy es una filosofía innegociable para la marca. 

La marca nos dice que actualmente existen el doble de ejemplares de Porsche 550 que en su concepción debido a la alta demanda de los clientes. Además, gracias a las réplicas que permanecieron intactas a lo largo de los años, varias compañías han hecho sus propias reproducciones. 

Sin duda, este modelo representa un hito histórico para Porsche. Acompañado de tanto éxito como tragedia, 550 nos recuerda no solamente la fragilidad de la vida sino el trazo del camino de Porsche para convertirse en uno de los mejores fabricantes de automóviles en la historia. 

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Alberto Gutiérrez


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