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Con algo más que bríos renovados llega la nueva pick up ligera de Nissan, Frontier, que con una imagen digna de presumir, equipamiento de reciente generación y un optimo desempeño está lista para conquistar...
Cuando Nissan anuncia que llegará el lanzamiento más importante para ellos en los últimos 50 años, hay que estar muy atentos. Las razones sobran: son líderes del mercado nacional y se encuentran en el proceso de la renovación total de su portafolio de productos. La nueva Frontier llega para representar una avanzada que llevará a la marca al siguiente nivel.
Son 12 generaciones con las que carga esta pick up ligera de la firma, por lo que conocer cual sería su nuevo maquillaje, además de las revitalizadas capacidades era más que obligado. Por esta razón viajamos a Cancún para poner a prueba su desempeño.
Serán tres las versiones de la nueva Frontier las que llegarán a los pisos de venta de Nissan, a partir del 2 de marzo. El modelo de entrada XE arrancará su precio en $284,900, seguido por la versión EX, con paquete de seguridad, en $296,900 y el tope de la gama con un costo de $303,900.
El corazón que impulsa a esta pick up, en las tres versiones, es un motor cuatro cilindros 2.5 litros que entrega una potencia de 178 caballos de fuerza, con un empuje de 172 lb-pie de torque, acoplado a una transmisión manual de seis velocidades.
Visualmente los cambios son radicales, en relación con la anterior generación, ahora presenta un frente más afilado en forma de V, que la hace lucir más aerodinámica y con una configuración de luces que le da un estilo muy moderno.
“Teníamos que renovar la imagen de la nueva Frontier, fue un gran desafío, porque se trata de un vehículo que tiene una larga historia de éxito en la marca, pero era necesario para competir más fuerte en los mercados en los que se comercializa.
“El reto era crear un diseño global enfocado a ofrecer soluciones. El resultado final es una Frontier renovada que además de verse más emocional luce muy sólida”, destacó Hiren Patel, líder del proyecto de diseño, del centro Nissan Desing America, ubicado en San Diego.
Sol, arena y pie derecho a fondo.
La hora había llegado y era momento de ver que todo lo prometido en el papel de la Frontier 2016 se cumpliera cabalmente en el camino. Encendimos el motor y nos lanzamos al conquistar el asfalto.
Desde que entramos al habitáculo pudimos comprobar la calidad de los materiales, los cuales son muy agradables al tacto, además de la nueva configuración de su panel de instrumentos, que pareciera no ser la de un vehículo utilitario, cuya ergonomía facilita en gran medida el acceso a los sistemas de comunicación e infoentretenimiento, los cuales también pueden ser manipulados por los controles al volante.
En el primer tramo de ciudad el andar de la Frontier fue suave otorgando un buen confort en todas sus plazas, gracias a la espacio que existe entre ellas, mientras que su suspensión absorbió de buena manera las irregularidades del camino.
Su transmisión manual de seis velocidades, la cual es un plus, ya que es la única en el segmento que la ofrece, regularmente son cinco, tiene cambios cortos que la hacen más eficiente y confortable, mientras que desde que se coquetea con el pedal del acelerador se siente el empuje
del motor con lo que fue fácil dejar atrás a nuestros rivales del semáforo.
El segundo tramo fue en carretera y ahí presumió su versatilidad, con una dirección precisa en todo momento que nos permitió tomar curvas a buena velocidad, con un buen desempeño de sus sistemas de tracción y estabilidad.
La parte final comprendió de una etapa de terracería y fue ahí donde la Frontier se adueño del terreno, aceleramos a fondo y como si se tratará de un rally pudimos sortear diferentes condiciones de terreno, incluso, la arena extremadamente suave de Cancún no fue rival para el agarre y tracción de sus neumáticos.
Los paisajes de la playa nos dieron la postal final de la nueva Frontier que viene a reclamar su sitio de privilegio en el mercado nacional e internacional, además de ser una digna embajadora de la mano de obra nacional, toda vez que, se produce en la planta que tiene Nissan en CIVAC, en el estado de Morelos. Las cartas están sobre la mesa y Nissan luce sólido en su camino a mantenerse en la cima en México.
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