Mercedes-Benz ELF: el futuro de la carga eléctrica ya está en movimiento

En un mundo donde la movilidad eléctrica exige más que cero emisiones, Mercedes-Benz presenta ELF, su vehículo experimental de carga que redefine lo que significa cargar un auto eléctrico. ELF —siglas de Experimental-Lade-Fahrzeug— no es solo un laboratorio sobre ruedas, es una declaración audaz de innovación, sostenibilidad y visión de futuro.

ELF integra avances en infraestructura, tecnología de baterías y conectividad para ofrecer una experiencia de carga inteligente, rápida y bidireccional. Este prototipo no solo se conecta a la red, sino que puede devolver energía a edificios, consumidores eléctricos e incluso al sistema eléctrico, convirtiéndose en un verdadero dispositivo de almacenamiento móvil.

La clave está en su doble sistema de carga rápida: MCS (Megawatt Charging System) y CCS (Combined Charging System). El primero, diseñado originalmente para transporte pesado, permite explorar los límites térmicos y de rendimiento de baterías de alto voltaje y componentes electrónicos bajo condiciones extremas. El segundo, más cercano a la producción en serie, alcanza hasta 900 kW de potencia, lo que permite cargar 100 kWh en apenas 10 minutos. Ambos sistemas permiten simular escenarios reales de carga urbana y en carretera, acelerando el desarrollo de soluciones para vehículos de producción.

Estrategia eléctrica en Mercedes-Benz

Pero ELF no trabaja solo. Es parte de una estrategia más amplia que Mercedes-Benz ha venido construyendo desde 2019 con servicios como MB.CHARGE Public y Green Charging, que promueven el uso de energía renovable en Europa, Canadá y Estados Unidos. En 2021, la marca fue pionera en introducir Plug & Charge, simplificando la experiencia de carga rápida para los usuarios.

El conocimiento adquirido con ELF ya está impactando el desarrollo de modelos como el CONCEPT AMG GT XX, que establece nuevos estándares en carga de alto rendimiento. Este vehículo puede recuperar energía suficiente para recorrer 400 kilómetros en solo cinco minutos, alcanzando una potencia promedio de 850 kW y picos de hasta 1,041 kW. Para lograrlo, Mercedes-Benz colaboró con Alpitronic en la creación de una estación de carga capaz de transmitir hasta 1,000 amperios a través de un cable CCS, duplicando la capacidad anterior.

Lo más notable es que esta tecnología no se desarrolló por separado: vehículo y estación fueron diseñados y probados en conjunto, simulando escenarios reales en Stuttgart-Untertürkheim. Este enfoque integral refleja el compromiso de Mercedes-Benz con una movilidad eléctrica que no solo sea eficiente, sino también emocionalmente resonante y culturalmente transformadora.

Con ELF, Mercedes-Benz no solo investiga el futuro de la carga: lo está construyendo. Y lo hace con la misma pasión que ha definido su legado, ahora al servicio de una nueva era de movilidad responsable, conectada y poderosa.