¿Has estado a punto de accidentarte por esta causa?
Un gran error de la mayoría de los conductores es el no estar al pendiente de lo que sucede en sus alrededores de forma anticipada. Hasta que se les presenta el momento de tener que salir de carril o hacer alguna maniobra, es cuando empiezan a prestar atención. El problema con esto es que, si se basan únicamente en los espejos retrovisores, podrían estar en riesgo.
Si lo piensas detenidamente, si los espejos fueran suficientes, no se habrían incorporado tantas tecnologías en los autos modernos, como sensores y cámaras de reversa, alerta de punto ciego, detección de peatones y ciclistas, etc. El problema es cuando no se tienen estas tecnologías.
En condiciones convencionales, uno tiene que hacer uso de otros recursos, como el manejo a la defensiva y girar el cuerpo. El problema con girar es que dejas de prestar atención a lo que sucede enfrente. Y, en caso de no hacerlo rápidamente, también puede ser una maniobra riesgosa.
Como los espejos no lo abarcan todo, te compartimos en qué situaciones el espejear no será suficiente.
– La parte de atrás de tu auto. Se calcula que la parte de la cajuela de un auto promedio oculta desde 3 hasta 5 metros de visión detrás de tu auto. Además de la molestia de tener que calcular los espacios al estacionarte, esto supone un alto riesgo en zonas escolares o calles muy transitadas por peatones, especialmente niños. Incluso, se estima que alrededor de 50 muertes de niños al año en Estados Unidos se debe a esta causa. No por nada, esto ha dado pie a un nuevo adelanto tecnológico: las cámaras de visión trasera o cámaras de reversa.
– Los objetos pueden estar más cerca de lo que aparentan. Un ejemplo muy común es el de los motociclistas. Cuando identificas a una moto que se acerca, ya sea en el espejo lateral o en el central, en realidad éste está más cerca de lo que aparenta. No por nada, hay espejos que tienen la leyenda «los objetos pueden estar más cerca de lo que aparentan», ¿te has fijado?
– Puntos ciegos. Como bien sabemos, hay ángulos a los que los espejos no tienen acceso. Por esta razón, es necesario girar rápidamente la cabeza para asegurarse que no hay un vehículo presente.
– Reversa. En este caso, es muy sencillo corroborarlo. Si tratas de conducir de reversa únicamente basándote en el espejo retrovisor, seguramente te irás del lado. Por ello, es más fácil hacerlo girando el cuerpo. De la misma manera, es más probable que alguien se estacione mejor cuando gira su cuerpo y usa sus sentidos, que quien busca calcular el espacio usando únicamente los espejos.
¿Conclusión? Además de los espejos, usa todos tus sentidos antes de tomar una decisión al volante. Y, sobre todo, recuerda que debes ir revisando quiénes están a tus alrededores con anticipación y a lo largo del camino.
Dato curioso: Dorothy Levitt, además de ser periodista y activista, fue una gran piloto en su tiempo, publicó el libro “La mujer y el coche” e impartió clases a la Reina Alejandra de Dinamarca. Incluso, en 1905, alcanzó los 146 km/h, estableciendo diferentes récords. Uno de sus secretos era cargar con un espejo para mirar lo que sucedía detrás del vehículo. Así es como surgió el espejo retrovisor. Desde entonces, los espejos han salvado millones de vidas.
¿Qué te parece?