Homero Simpson es un bueno… para nada. Sin embargo, el humor negro de la serie siempre ha destacado por ponerlo en situaciones excepcionales para poner a prueba las capacidades y talentos – nulos – de Homero. ¿Por qué no ponerlo a diseñar un auto? Suena bien.
La historia comienza cuando los vendedores de autos le dicen a Homero que no tienen el auto grande que él pide, porque no es lo que los americanos desean en un auto, además que aprecian un buen kilometraje.
De esta manera, el jefe, que es hermano de Homero, le pide que le diga a esos hombres amables de qué país viene, a lo que responde: ¡America! Después, el jefe regaña a sus empleados pidiéndoles que en lugar de escuchar lo que los clientes quieren, ellos deben de decirles lo que desean.
Posteriormente, se dirige a Homero y le pide su ayuda: necesita que le ayude a diseñar un auto para todos los Homero Simpson allá afuera y le pagaría 200 mil dólares al año.
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Así, la fabricación del auto de Homero se convierte en prioridad, puesto que es el “hombre con visión” que los sacará de la ruina y cambiará el transporte en Estados Unidos para siempre.
Sin embargo, Homero comienza a solicitar todo tipo de excentricidades, como el que el volante esté al alcance cuando uno se enoje y que suene a la cucaracha.
Al final, presenta el auto llamado “The Homer” (no es casualidad que suene a Hummer). Sin embargo, su hermano casi se infarta cuando se entera que esa “monstruosidad” costó 82 mil dólares.
¿Te gustó? O prefieres su emblemático auto rosado…
En el 2017, tras 28 años de serie, decidieron revelar el auto de la famosa familia amarilla. Lo que sabíamos al momento: conducía un sedán color rosado con características difíciles de descifrar. El estilo del auto sí reflejaba características de los años 70 u 80 de fabricantes estadounidenses.
Con información de Jalopnik, fue en el episodio Pork and Burns en el que se revelaron todos los detalles: un Plymouth Junkerolla de 1986. O, por lo menos, así lo señalaron en el episodio. El año concuerda, puesto que Los Simpson salió al aire tres años después.
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Sin embargo, según el sitio estadounidense, el Junkerolla fue una variante con diseño de insignia del Plymouth Reliant, uno de los autos K de Chrysler con el característico motor de la compañía: un cuatro cilindros y 2.2 litros con 84 caballos de fuerza. Otro dato curioso, es que el vehículo se construyó en China.
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