Llegamos finalmente a Estados Unidos con un Mazda 3 que en ningún momento se ha quejado de absolutamente nada
MONTERREY-SAN ANTONIO, TEXAS.
Llegamos finalmente a Estados Unidos con un Mazda 3 que en ningún momento se ha quejado de absolutamente nada, la prueba ruda del llevarlo al máximo en las carreteras mexicanas ha pasado, ahora a consentirlo con 75 millas por hora como velocidad máxima en Estados Unidos y más de 2 mil 900 kilómetros por delante.
Regia mañana
Justo el reloj marcaba las nueve de la mañana y todo el equipo de Mazda y periodistas nos encontrábamos listos para abordar de nueva cuenta nuestros autos Mazda 3 que nos llevarías a la frontera norte de nuestro país para llegar a Estados Unidos.
Una labor impecable la de Mazda del Valle en Monterrey al momento de dejarnos los autos limpios y muy bien revisados para rodar otros 500 kilómetros. Fue así entonces que el Cerro de la Silla, el Río Santa Catarina y claro la machaca nos daban la despedida para tomar rumbo a Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Son justo 220 kilómetros desde Monterrey hasta la ciudad fronteriza del Estado de Tamaulipas, que para llegar a ella tuvimos que pasar tres retenes, uno de la Policía Federal, otro del Ejercito y uno más de la Estatal. Todo muy bien y sin novedad, el trato mable y educado por parte de las autoridades fue el correcto.
Sabor americano
Llegar a una ciudad fronteriza siempre es emocionante ya que uno sabe que después de cruzar el Río Bravo estaremos en otro país, otras leyes, otra costumbre, pero la desilusión, la preocupación y la falta de seguridad en Nuevo Laredo Tamaulipas, hicieron que los doce autos que íbamos en el convoy apresuráramos el paso y salir avante de un ambiente que se torna tenso y poco halagador.
El puente Lincoln nos recibía sin tráfico, no lo podíamos creer, llegamos al punto de revisión y solo nos bastaron 20 minutos para pasar migración, pagar seis dólares de “admisión” y estar en la tierra de Washington (que alguna vez fue de nosotros).
Las fotos con la bandera estadounidense, los autos, las sonrisas y los buenos comentarios del manejo del Mazda 3 por parte de todos los periodistas nos alentaban para seguir adelante con nuestra ruta.
Pasos seguros
Después de haber comido en Laredo Texas, hicimos cambio de conductor y notamos que el consumo de nuestro Mazda 3 2.0L automático en esta ocasión se había mantenido (a pesar de llevar ritmos en México de hasta 180 km/h) de 18.2 km/l nada mal para tener funcionando el aire acondicionado todo el tiempo y no sufrir las inclemencias del tiempo de 33 grados centígrados a la sombra.
El sistema del aire acondicionado funciona de manera correcta y silenciosa, además de que enfría muy rápido y permanece así todo el tiempo, detalle que agradecemos en este tipo de viajes.
El Álamo
Después de un trayecto de poco más de 500 kilómetros finalmente llegamos a la ciudad de San Antonio, Texas, en dónde la Torre de las Américas, el Paseo del Río, El Álamo y claro el precios Centro de la ciudad nos daban la bienvenida para quedar, una vez más, con una grata experiencia de manejo a bordo del nuestro Mazda 3 2.0L en versión automática y comentarles que el funcionamiento de la transmisión, los frenos con excelente respuesta y el consumo nos concedieron una enorme satisfacción de esperar el día de mañana para llegar hasta Dallas en dónde le daremos la bienvenida al segundo quipo de periodistas y quienes serán los encargados de llevar los 12 autos hasta la ciudad de Toronto en Canadá.