Su pasión por la velocidad era tan grande, que en un momento de su vida consideró ser un piloto profesional
«No estoy seguro de si soy un actor que compite o un piloto que actúa», dijo alguna vez Steve McQueen quién nació un día como hoy pero de 1930.
También conocido como «The King Of Cool», fue uno de los actores de cine más populares y exitosos de los años sesenta y setenta. Actuó en películas como «The Great Escape», «Bullitt» y «The Getaway».
Su carrera en Hollywood comenzó con pequeños papeles y finalmente lo llevó a ser el actor más famoso y mejor pagado de su tiempo. Fue nominado para un Oscar y cuatro premios Golden Globe y recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
En la película «Bullit», protagoniza la persecución que realiza al volante de un Ford Mustang, la cuál es considerada como la mejor de la historia del cine; se dice que incluso no le gustaba que le doblasen en las escenas de acción.
Otra de sus películas más famosas es «Le Mans», donde interpreta al piloto del equipo Posche, Michael Delaney, que participa en las 24 Horas de Le Mans.
McQueen sigue siendo un ícono cultural. Con su actitud y estilo sin esfuerzo, sigue siendo un referente para la elección de moda, con su clásica chaqueta Barbour, gafas de sol Persol y relojes Tag Heuer.
Actualmente adorna las portadas de las principales revistas y se le sigue viendo en principales campañas publicitarias en todo el mundo. Una gran parte de su atractivo era el elemento de peligro que lo rodeaba.
El amor de McQueen por cualquier cosa sobre ruedas era evidente. Si no estaba filmando, se le podría encontrar navegando por Mulholland Drive o haciendo caballitos en el desierto de Mojave.
Su pasión por la velocidad era tan grande, que en un momento de su vida consideró ser un piloto profesional y no hay duda de que habría tenido éxito.
La primera motocicleta todoterreno de Steve fue una Triumph 650. Podía vérsele competir en carreras como la Baja 1000 californiana, la Mint 400 o en el GP de Elsinore, siempre en off road.
En el automovilismo compitió en algunas carreras como el Campeonato Británico de Turismos de 1961, quedando tercero y en las 12 Horas de Sebring de 1970, ganando en la categoría de tres litros con un Porsche 908/02 y quedando segundo en la clasificación general.
El actor y estrella al volante murió en 1980 a la edad de 50 años a consecuencia de un cáncer muy agresivo. McQueen pasó los últimos meses de su vida en una clínica en México, buscando terapias alternativas para su cáncer.
Te podría interesar: Ayrton Senna, las leyendas nunca mueren