Les he comentado muchas historias de los vehículos de colección más extravagantes en el mercado. Un gran ejemplo es el Ferrari GTO de Nick Mason. Sin embargo, el coche deportivo Costin-Nathan es quizá uno de los casos más extraños en la historia de la subasta automotriz. ¿Por qué? Se trata de un coche abandonado por más de 40 años que se terminaría vendiendo por la cifra de 92,000 dólares.
La idea de pagar 92,000 dólares por un coche pone a mucha gente incómoda. Ya me quiero imaginar lo que pensarán de alguien que pagó por un vehículo que básicamente solo preserva su carrocería. Pues eso es porque el automóvil deportivo Costin-Nathan es un prototipo GT único.
Durante 1965, el empleado de la legendaria marca Lotus y jefe de aerodinámica Frank Costin se alió con el conductor de carreras Roger Nathan para construir un vehículo de manera independiente para la competición Group 6 Series en Gran Bretaña.
En su momento, lo único que tenían era una construcción súper aerodinámica de madera que pesaba solamente 317 kilogramos. El resto fue adaptar un motor altamente modificado DOHC Hillman Imp que entregaba una relación poder-peso de hasta 100 caballos de potencia. Así nacería el Costin-Nathan, un coche que conseguiría un éxito impensable.
Con Nathan al volante, el automóvil tuvo un éxito brutal. Al contrario de todos los pronósticos, vencería primero en 1966 en la Coupes de Paris. Más adelante, este histórico automóvil competiría entre 1966 y 1968 consiguiendo 5 victorias en su clase además de participación dentro de las 24 de Le Mans.
A pesar de las victorias conseguidas por el Costin-Nathan y su influencia en diseño para futuros coches de carreras, el vehículo eventualmente fue reemplazado por un Lotus. Sin pensarlo mucho, el equipo de ingenieros colocó la obra maestra de Costin y Nathan en un garage. Y nadie lo volvería a ver dentro de 40 años.
Tuvo que llegar el 2016 y el histórico Goodwood Festival of Speed para que el coche volviera a captar la atención. Múltiples asistentes reconocieron la importancia del coche y empezó la guerra por obtenerlo.
Sería finalmente un dueño norteamericano quien terminaría por ofrecer la descomunal cifra de 92,000 dólares por un coche que básicamente preservaba solamente su carrocería. Ni siquiera contaba para este punto con un motor. Sin embargo, de todas maneras aceptó el reto para restaurarlo a su mejor versión. ¿Sabes cuánto costó en su momento fabricarlo? 1,000,000 de pesos (1,950 libras en los años 60)
Actualmente, el coche se encuentra exhibido en el National Motor Museum de Inglaterra y su valor es incalculable, al ser un vehículo prototipo y un único ejemplar. No obstante, es un gusto enterarse que su legado permanece en un museo, celebrando la historia detrás de un piloto legendario y uno de los mejores ingenieros y diseñadores en la industria automotriz.
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