Una breve historia sobre el Papamóvil

El Papamóvil es uno de los automóviles más reconocibles en la historia a pesar de haber tenido múltiples diseños a lo largo de los años. Asociado a eventos tanto positivos como trágicos, este concepto se ha popularizado para determinar el método de transporte preferido por uno de los líderes religiosos y estatales más reconocidos en el mundo. 

¿Por qué surgió el Papamóvil?

La idea del Papamóvil fue establecida en un inicio como un sustituto de la sedia gestatoria, o también llamada la silla gestatoria. Este era el método típico para llevar en procesión al papa en ciertas ceremonias solemnes para que la multitud pudiese verlo, antes de la invención del automóvil. 

Con intención de proporcionar una alternativa más práctica y que cumpliese con el mismo propósito de mostrar al papa libremente y saludar a la gente, la silla gestatoria sería reemplazada por un vehículo, siempre modificado a partir de las exigencias de la seguridad del Vaticano. 

El primer Papamóvil oficial de la historia es considerado el Mercedes-Benz Nürburg 460 Pullman, diseñado exclusivamente como método de transporte para el papa Pío XI y como regalo por parte de Daimler-Benz AG.

A partir de ahí, varios vehículos de muchas marcas se han utilizado a lo largo de los años para transportar al papa. Sin embargo, el término “Papamóvil” no se popularizó sino hasta el uso por parte del papa Juan Pablo II, en parte por un suceso que quedaría enmarcado para siempre en la historia. 

Un incidente que lo cambiaría todo

Sin embargo, el coche que quizá enmarcó el concepto “Papamóvil’ fue el Fiat Campagnola que se utilizó en la Ciudad del Vaticano el 13 mayo de 1981. Desgraciadamente, esa fecha quedaría marcada en la historia como el intento de asesinato a Juan Pablo II. 

A partir de ese lamentable incidente, por cuestiones de seguridad todos los vehículos utilizados por el papado tendrían vidrio a prueba de balas. Sin embargo, desde entonces fabricantes como Seat, British Leyland, GMC, Ford, Toyota y Dacia han participado en la creación de diversos medios de transporte para el papa. 

El Papamóvil mexicano

Para el pueblo mexicano, el Papamóvil que nosotros recordamos con más cariño fue el que se usó durante la cuarta visita del papa Juan Pablo II a México en 1999. 

Se trata de un Cadillac De Ville Parade Phaeton de 1998 que General Motors produjo por 600,000 dólares y se utilizaría durante las 6 semanas de la visita. GM de México comenzaría el trabajo sobre el coche y los toques finales serían hechos por contractores americanos seleccionados por Cadillac.

Fue así que desde este icónico vehículo, Juan Pablo II saludaría a más de 100,000 personas en el Estadio Azteca. Entre las modificaciones que encontramos son una altura diferente tanto para el techo del carro como sus puertas traseras. Además, se añadió unas escalones plegables para fácil acceso del papa. Destaca además una silla en piel blanca marcada con el sello papal que podía levantarse mediante un compresor ubicado en la parte trasera del vehículo. 

Una vez terminada la visita, el papa bendijo el vehículo pero por cuestiones de seguridad, dejó de utilizarlo. A partir de ahí, el Cadillac pasaría a ser parte del Peterson Automotive Museum y se encuentra actualmente en exhibición. Fue adquirido mediante una subasta en 2009 a un precio de 57,200 dólares. 

El Papamóvil actual

La filosofía del Papa Francisco es preferir vehículos más simples para su transporte. Debido a su pedido personal también se han eliminado los vidrios a prueba de balas, al que él mismo se ha referido como “cajas de sardinas”. 

Por ello, típicamente podemos encontrar que el papa Franciso utiliza un Ford Focus modificado en situaciones públicas. Además, se le ha visto también con un Fiat 500L para su visita a Estados Unidos en 2015. Otro coche que ha utilizado es un Jeep Wrangler en Ecuador ese mismo año, ambos vehículos de FCA. 

Sin embargo, el caso más curioso del Papa Francisco es que ha manejado por su propia cuenta un modelo muy especial. Se trata de un Renault 4 de 1984 el cual le fue entregado por el padre italiano Renzo Zocca. Sin duda, un vehículo muy especial dentro de los anales de la historia. ¡Un muy buen gusto!

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