Seguramente los entusiastas me dirán que aseverar que la Carrera Panamericana en la sociedad mexicana no ocupa el lugar que debería
Seguramente los entusiastas me dirán que aseverar que la Carrera Panamericana en la sociedad mexicana no ocupa el lugar que debería no es muy cierto pues ellos la viven al 100% cada año, pero lo cierto es que en todos los lugares y gente con la que he podido hablar las últimas semanas, sólo la tienen presente por el nombre no por el evento que representa. En Europa es mucho más famosa que en México. Venir como piloto y equipo con su auto desde el viejo continente es un reto mayor, un evento que dará visibilidad y fama al equipo así como orgullo a quien la puede correr, siendo en un lugar lejano, tan mítica y con gran impacto en el viejo continente.
Si bien la ruta ha cambiado y cada día hay expectativas de su desarrollo y mejor impacto entre los mexicanos, los lugares por los que pasa sí son impactados de manera importante, aunque seguirla es complicado para lo medios con el fin de exponenciar los beneficios a los equipos, pilotos y patrocinadores.
Este año el Zócalo recibió con lluvia a los autos, de verdad son un espectáculo que cualquier ciudad quisiera tener y los pilotos tienen tramos que cualquier país en Europa quisiera poseer como las curvas y cumbres que existen en nuestra geografía.
Lo cierto es que tenemos una joya de carrera, a la altura de la mismísima Mille Miglia y con pilotos míticos en el automovilismo, tanto nacionales como extranjeros. Es hora de que la organización la lleve al siguiente nivel y que los mexicanos sintamos en general un gran orgullo por tenerla.
Fue Eduard Heuer, quien escuchó su nombre y bautizó uno de sus relojes claves como “Carrera” en honor a este mito de resistencia y héroes al volante. Imagine en Suiza y Europa el impacto que tenía esta carrera y la que hoy tenemos aunque no cruza todo el país, el beneficio que podría registrar en derrama económica.
¿Y para usted qué significa la Carrera Panamericana? Ojalá que cada día crezca y se difunda en México, nos lo merecemos…