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Meter el clutch, tomar la palanca de velocidades y seleccionar primera, acelerar, sacar el clutch, lo mismo para segunda y … ¡listo! Los autos caminaban perfectamente, dependía de quién acelerara más o cambiara mejor...
Meter el clutch, tomar la palanca de velocidades y seleccionar primera, acelerar, sacar el clutch, lo mismo para segunda y … ¡listo! Los autos caminaban perfectamente, dependía de quién acelerara más o cambiara mejor las velocidades para que fuera un manejo deportivo o mucho más ligero y económico, hoy eso es parte de la historia.
Las computadoras se han apropiado de la gestión de los vehículos, estar sin ellas es peor a que se descomponga el motor, son las que rigen qué hace, cómo lo hace y qué hará si existe algún peligro el vehículo. Pero como equilibrio, hoy podemos contar con modos de manejo programados que, sin ser un piloto profesional, nos pueden por un lado ayudar a sacar el máximo de nuestros vehículos, tanto en economía y eficiencia, como en la deportividad a la que pueden llegar.
Dentro de esa potestad del “software” están los famosos modos de manejo de los cuales le hablo, que no son otra cosa, sino que con el mismo tren motor por medio de programación se puede contar con distinta reacción del vehículo y ayudarnos a ser más ecológicos que de costumbre, o ser más rápidos cuando así lo desee. Al mismo tiempo que pueden programarse para manejo fuera de camino o de poca adherencia.
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Sin duda, hoy los modos de manejo son cada día más comunes y basta ponerlos a prueba para poder sentirlos en los vehículos, que en sí vuelven nuestro auto en distintos autos en el sentimiento de manejo y a veces hasta en el tono que hace el motor. En los más ecológicos, el algoritmo se centra en ahorro de energía y limita la velocidad a un promedio de 110 kilómetros por hora. Por su parte, en los sport el acelerador es más vivo, la caja tiene reacciones más rápidas y llegan hasta “disminuir” la acción de los sistemas de asistencia como lo es el control de tracción. En los fuera de camino los sistemas de asistencia se acoplan a superficies de poca adherencia y hasta rocas o arena.
Así, hoy hay que conocer en la pantalla central, en el mono mando de la consola o en el volante dónde están para poder sacarles el mayor provecho posible, y para no estar en un modo “Sport” cuando realmente puede ahorrar gasolina o energía en el auto y contar con sistemas de seguridad atenuados, o no entrar a la pista con limitación de velocidad. Se han convertido en un verdadero “selling point” como le llaman en inglés o razón de compra, por lo que investigue su vehículo y cuando haga una prueba de manejo no deje de preguntar por ellos, sentirlos y dar su veredicto si en realidad le gustan o no.
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