La primera vez que me subí a un auto que seguía las líneas de la pista de pruebas, que era más un laboratorio, cerca de la ciudad de París. Me sorprendió cómo un sistema...
La primera vez que me subí a un auto que seguía las líneas de la pista de pruebas, que era más un laboratorio, cerca de la ciudad de París. Me sorprendió cómo un sistema podría guiar a un auto leyendo las líneas del camino; eso fue hace unos 20 años. Los avances tecnológicos como radares, sensores, cámaras de alta definición, han recorrido un largo camino, tanto, que ahora empiezan a ser normales en vehículos masivos, estimo que en algunos años sea equipo de serie.
El control crucero, además de mantener la velocidad sin presionar el acelerador –algo que comenzó en los ochenta a ser equipo de lujo– permite frenar con respecto al auto de adelante y adaptarse a la velocidad del mismo, siempre evitando un choque.
Veinte años después, otros sistemas vienen a sorprenderme. Esta semana pude dar una vuelta siguiendo al auto delantero sin tocar el volante y sin líneas en el camino. Es el sistema “Eyesight” de Subaru, con el cual estoy familiarizado al cien por ciento, porque lo he podido probar por casi 5 mil kilómetros en Forester.
Reduce la velocidad cuando el trafico se detiene, adelanta al vehículo que se encuentra en frente, además del paro total y avisa cuando se mueve el auto delantero. A su vez, es capaz de escanear mi rostro para saber que estoy al volante y acomodar mi asiento a la posición ideal programada con anterioridad; al leer el rostro sabe que me estoy distrayendo y me avisa que los ojos van hacia el frente, o si de plano llevo cubrebocas y no me identifica, avisa que el sistema esta desactivado. También lee las líneas del camino y al percibir una trayectoria errónea interviene y regresa al curso adecuado en el carril, así, hasta que percibe falta de atención y pide mi intervención.
Las primeras tres veces fueron sorpresa y comodidad, seguridad total evitando impactos no deseados y confort en tráfico pesado, además de que en realidad siempre procura la eficiencia de combustible al decidir acelerar y frenar. En las siguientes ocasiones, al subirse ya es una necesidad. Eyesight debe estar en acción y cuanto antes el control crucero adaptativo.
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Ahora volvieron a sorprenderme, con la nueva Forester se incorpora el sistema “Eyesight 4.0”. El auto con el control adaptativo va siguiendo las líneas, pero ahora imagine que en vez de esperar a percibir que se sale el vehículo, siempre calcula el centro del carril y ahí mantiene el auto, lo que incrementa la seguridad. Ahora imagine que las líneas desaparecen, por lo que ahora es capaz de seguir al vehículo de enfrente y girar el volante hasta 45 grados.
Ver el volante delante de mí conservar el carril y girar según el curso que lleva el auto delantero, causó la misma impresión que cuando en aquel laboratorio en Francia hace 20 años me enseñaban la primera lectura de carril. Diferencias sustanciales: Este sistema esta a la venta ya en México en Forester, y los 20 años, se harán pocos cuando en menos de cinco veamos cómo la conducción autónoma de siguiente nivel se convierte en realidad mientras se bajan sustancialmente los accidentes de tránsito, se mueve mejor el tráfico, y las computadoras nos ayudan a ser mas eficientes en el manejo.
Ahora le toca a usted abrir su capacidad de asombro porque tenemos avances impensables, pero son el presente.