En el Auto Show de Nueva York es donde realmente vemos el mercado premium, en esta región se ubica uno de los mercados más fuertes.
Posiblemente si usted viaja a Nueva York se encontrará con un sinfín de taxis, camiones de reparto, pocos autos particulares y un panorama automotriz que no hace sobresalir a muchos vehículos en las zonas más transitadas de Manhattan. No es precisamente donde usted quisiera estar manejando su auto exótico o su gran auto de lujo como un Rolls-Royce, sí los ve, pero muy brevemente, el tráfico espanta a manejar a quien puede tener prácticamente cualquier auto que desee.
En el Auto Show de Nueva York es donde realmente vemos el mercado premium, toda la parte oeste de la Unión Americana, desde Washington hacia el norte, conforma uno de los mercados más fuertes, consolidados y de mayor volumen del estado.
Así, el Auto Show cada año atrae las miradas no solo del consumidor promedio para sus diferentes consideraciones de compra, sino también al conocedor, al coleccionista y a las celebridades que quieren tenerlo todo en un vehículo para sus experiencias tanto personales como públicas.
Para empezar déjeme decirle que en esa área donde se lleva a cabo el salón, al norte de la nueva área de Hudson Yards, se encuentra la avenida donde todas las distribuidoras están, este año pude ver los Cadillac nuevos como el Lyriq que traemos en la portada de esta edición, en la concesionaria de la marca; también pude ver los EQ de Mercedes-Benz en plena distribuidora, apreciar cómo lucen como un conjunto de diseño bien hecho y no solo atractivo sino en la justa medida de la innovación que pocos pueden tener, etcétera. Ahí en las salas de ventas se ve la realidad de lo que está en el mercado y ahí se ve el lujo al cual puede acceder el público de la región.
Antes de entrar al Auto Show vi otro segmento totalmente diferente, modificaciones a vehículos como la F150 y la Highlander de Toyota, que parecían tanques de guerra de película de ciencia ficción por fuera, pero por dentro la habitabilidad de una gran sala de estar para dos personas con toda la seguridad, espacios de bar, luces, división con la cabina del conductor, al estilo Hollywood para llegar a impresionar, por supuesto que su precio llegaba por ahí de los doscientos mil dólares y varios meses de entrega.
Pudimos ver el Lamborghini Huracan Sterrato, preparado para salir de camino y con luces especiales en su frente, altura al piso y primero en modo de manejo que le permite pasar por arena y hasta hielo, su costo aproximadamente 273,000 dólares.
Rolls Royce mostró su Ghost que llegaba a 450,000 dólares de precio. Y por ahí vimos los Genesis GV80, que, aunque no tenemos en México es uno de los más lujosos del mundo, que por cierto compitió contra la nueva Serie 7 de BMW y el nuevo Lucid Air, una compañía que solo produce eléctricos, de poca producción y que se impuso como el Mejor Auto Mundial del año en el segmento de lujo, sin duda lo eléctrico está ganando todo. Si le interesan los deportivos, igual un eléctrico ganó, un Kia EV6, que ya está en rango de aceleración, prestaciones de las marcas de lujo y este sí puede llegar a México.
En deportivos es el primer año que vemos el Corvette E-Gray en vivo, el primer Auto Show en tenerlo y también es uno de esos exóticos por su construcción, por tren motor y por la poca producción que hasta hoy se sabe tenemos.
En lo que respecta a los americanos, si a usted le interesan, Mustang llegó con el Dark Horse, la exclusiva versión del caballo de Ford con 500 caballos de potencia con aún un V8 de 5.0 litros y Dodge con el Demon 170, el más rápido que jamás se haya creado con 1000 caballos de potencia, de hecho, cuenta con su propio paracaídas para cuando usted quiera frenarlo en un cuarto de milla.
Así, no importando caballaje, rango eléctrico, cubicaje de su motor, etcétera, el mercado de lujo vuelve a estar presente de manera muy puntual, con ejemplares únicos y reiterando que hoy el verdadero lujo es contar con esos ejemplares que cada vez son más escasos para cualquiera que pueda pagar por vivir la experiencia.
Lo que sí, electricidad, poca producción, diseños vanguardistas y ejecuciones únicas en color e interiores, están construyendo el mercado de lujo actual.