Hace algunos meses, platiqué con Miguel Barbeyto, Presidente y Director General de Mazda sobre un plan muy retador, hoy vemos el resultado.
Hace algunos meses, cuando no existía producto en las agencias Mazda en todo el país, tuve oportunidad de dialogar con su Presidente y Director General, Miguel Barbeyto. Me platicaba un plan que sonó muy retador. Entre sus retos estaba revertir el negocio de autos caído por falta de inventarios, sus armas, una gran planta de producción en Salamanca y una gran relación en todas sus áreas de negocio, excelente comunicación con la casa matriz, con sus distribuidores claridad en la situación y con la sociedad la declaración de un gran servicio –inclusive en casa–.
¿Cómo las usó? Le digo primero los resultados: ventas casi como nunca hemos visto a Mazda, de haber perdido su lugar en participación de mercado, hoy es la marca número siete en volumen de ventas en el país y va creciendo. En producción están imparables fabricando vehículos, inclusive, pensados para mercados como México y quedándose con gran producción y exportación, hoy llegó en su año fiscal que, acabó en marzo, a 168,473 unidades, siendo el más ensamblado en México, el Mazda CX-30 un producto de alta demanda para el mercado por mucho con 108,504 unidades y el segundo más producido es el Mazda 3 Sedán, un auto productivo para sus distribuidores llegando a 33,592 de ellos, y de su Mazda 2 en versiones sedanes y hatchback ensambló 25,304 unidades, cifra más importante porque el sedán es el fabricado en México también más vendido en el país, oro para sus distribuidores al venir de no existir producto.
Además, sus distribuidores antes de la pandemia se estaban renovando totalmente con una nueva imagen, y no pararon, tanto que para el día de hoy 80% de su red está nueva. Un factor importante del cual insistió Mazda desde que llegó a México, durante la pandemia y ahora fortalece en todo su negocio es el servicio, fue tal su estrategia de servicio y éxito de su nuevo modelo que inicia el año pasado que las órdenes de servicio han crecido 9% para llegar a 526,022 órdenes durante el año.
¿Pero qué fue lo que me contó y cómo lo implementó para lograr este cierre de año fiscal para su casa matriz? Parece fácil, pero trabajó en las plantas para garantizar producción de sus autos esenciales aumentando el volumen todo lo posible, tanto de Mazda 2 y Mazda 3, para aumentar la línea, el mercado tenía que crecer y por ello decidió realinear precios hacia abajo en ambos vehículos y realizar versiones especiales como las “Carbon Edition”. Esta acción es histórica pues en un plan de negocios automotrices casi nunca se ve una realineación negativa al precio por volumen, pero dio trabajo, aumentó producción, salieron productos y el volumen más que pagó, aún más el realineamiento pegó a muy pocas unidades anteriores en su valor de reventa o casi nada pues no había inventarios durante mucho tiempo.
Con ello aumenta producción y ventas, hasta se quedó con la producción de CX-3 aprovechando al máximo a Salamanca. Lo industrial creció igual a CX-30, con lo cual la casa matriz tuvo vehículos para exportar desde México a manos llenas pues de su producción solo en el país se quedaron 3,591 unidades, pudiendo exportar valiosas unidades a otros países por el orden de 105 mil unidades, lo que seguramente ha sido bien visto por la casa matriz a la mano de obra mexicana.
Así, Miguel Barbeyto, logró que México fuera de gran relevancia en esta etapa post-pandémica, en el plan global que la compañía a mediano plazo desde su construcción durante estos primeros años, y estas cifras con el séptimo lugar en ventas aún no descuentan varios factores como que no tienen ninguna venta de sus totalmente nuevas camionetas CX-50, CX-90 y CX-60, que son de la nueva plataforma “large” de la compañía, y que a nivel mundial también usarán la plataforma para la CX-70 y la CX-80, es decir, se van este año a enriquecer de todas las camionetas nuevas, nichos muy importantes para la imagen, volumen y lucha en el mercado super competitivo en el país, y mientras va ganando batallas con sus sedanes y hatchbacks pequeños, gana terreno contra los que no tienen producto o lo han descontinuado en estos segmentos y por el otro gana clientes de las listas de espera que otras armadoras han sido incapaces de surtir y que suena complicado que ya lo hagan.
Es decir, dentro de la tormenta perfecta de la industria sin unidades y competencia china, Mazda decide ponerse a producir, crear nuevos productos y traerlos al mercado, renovar distribuidoras y atraer a nuevos clientes con camionetas nuevas. Y en el entorno global se une al 1 millón 110 mil unidades vendidas en el mundo menor aún, pero ya el cuarto trimestre creció ventas 20.9%, y de seguir así la tendencia, el 2023 será la recuperación en muchos de los países donde no ha podido llegar con inventarios. Y de hecho, Mazda a nivel global ya se prepara con híbridos e híbridos conectables, con lo que crece en mercados que están demandando este tipo de productos de manera masiva.
Veremos a Mazda crecer en el país este año seguramente con el incremental de sus nuevas camionetas y fortaleciendo a sus distribuidores, crecer el servicio con el crecimiento en ventas a corto y mediano plazo, con lo que aquella fórmula pensada de incrementar producción, conseguir modelos para México, exportar de manera importante y realinear algunas versiones ha dejado un camino de crecimiento certero. A finales de año y luego al cierre de su fiscal en marzo 2023 veremos el aún mayor impacto esperado.