La tecnología es reciente pero la idea de adaptar un mapa dentro de un coche data de muchas décadas atrás.
La historia del GPS en automóviles se extiende más allá de lo que crees. Esta invención se considera estándar en los carros actuales y posiblemente sea una de las tecnologías más útiles que encontramos en cabina.
Sin embargo, pensaríamos normalmente que la tecnología GPS era básicamente una cuestión de fantasía antes de los años 90. Pero no. El primer antecedente real de un mapa para navegación automotriz data de los años 30. A continuación, les mostraré cómo esta tecnología ha ido evolucionando para ser lo que conocemos ahora.
Para comprender la historia del GPS en la industria automotriz primero es necesario entender cómo funciona. GPS son las siglas de “global positioning system” que en español se traduce a “sistema de posicionamiento global”.
Se trata de un sistema de navegación por satélite que actualmente está operado por el gobierno norteamericano. A una distancia de 20,000 kilómetros por encima de la tierra, se encuentran un grupo de satélites que orbitan sobre nuestro planeta. Estos satélites circulan la tierra 2 veces al día.
Cada satélite transmite una señal única que permite a los dispositivos con tecnología GPS decodificar y computar con precisión la locación del objetivo. Para que esto se pueda hacer de forma satisfactoria, se necesitan por lo menos tres o cuatro satélites para el proceso de triangulación.
Esta tecnología es increíblemente precisa actualmente y la gran mayoría de los fabricantes de sistemas como estos pueden ser precisos entre los rangos de 2 a 10 metros, lo cual es sorprendente. Sin embargo, ¿cómo fue la llegada de esta tecnología a los coches?
La historia del GPS en los coches comienza aunque no lo creas en 1930. Por supuesto, no estamos hablando de tecnología satelital ni nada de esas cosas. Se trataba simplemente de un mapa de guía.
Básicamente introducías un mapa de papel en forma de rollo que se conectaba a un display y un cable que iba conectado al velocímetro. Se calculaba tu ruta de acuerdo a qué tan rápido ibas al volante. La desventaja por supuesto era que si terminabas en otra ruta, tenías que colocar un nuevo mapa y encontrar tu punto exacto de ubicación para empezar de nuevo. No era un sistema muy práctico pero sorprendente para la época.
El siguiente paso de la historia del GPS lo ocupa Honda con el primer sistema de navegación automotriz. Honda, Alpine y Stanley Electric desarrollaron este sistema pero sin utilizar tecnología GPS. En lugar de ello, utilizaba un sistema de navegación inercial que funcionaba con un giroscopio de helio que podía detectar tanto rotación como movimiento.
Mapas translúcidos se colocaron en la pantalla central de 6 pulgadas y literalmente se movía como si fuera un acetato. Esta opción costaba alrededor de 2,750 dólares, lo cual significaba un 25% del precio total de un coche nuevo. Ouch. Quizá por eso no terminó adaptándose en la mayoría de los coches de la firma asiática.
Otro participante crucial en la historia del GPS en automóviles fue el Etak Navigator. En 1985, este fue el primer salto de colocar mapas de papel a información digital portable. Navegar alrededor del área de Los Angeles tomaba cuatro cassettes en una pantalla monocromática que se movía mientras el coche avanzaba.
Nuevamente, la tecnología del GPS no se encontraba todavía. Sin embargo, este es un salto importante en cuanto a tecnología digital que marcaba la pauta de cómo se vería un mapa digital con calles y nombres marcados que se actualizaba en tiempo real.
1990 sería el año donde finalmente veríamos un sistema GPS instalado a un vehículo de uso para navegación. Ofrecido en la marca tope de gama de Mazda en esa época nombrada Eunos, este sistema venía adaptado dentro de la consola central del coche.
Inició en un vehículo llamado Cosmo producido por Mazda desde 1967 hasta 1995. La marca tuvo una fascinación por la carrera espacial que tenían los norteamericanos y los rusos y por ello, utilizaron este coche con un motor rotatorio para demostrar una manera de llevar la tecnología automotriz un paso adelante.
Limitado a 180 kilómetros por hora con motores twin turbo, este coche además de adaptar la tecnología GPS por primera ocasión también contaba con otros gadgets sensacionales. Estos incluyeron una pantalla touch a color, un teléfono celular montado en la cabina, televisión NTSC y un reproductor de CD’s. Sin duda alguna, era un coche adelantado a su época y se notó claramente en sus aditamentos interiores.
A partir de la introducción de Eunos, la historia del GPS se abre al resto de los fabricantes a lo que conocemos hoy actualmente. Por ejemplo, en 1992 vimos que General Motors adaptaría su propio sistema de GPS a sus vehículos de Oldsmobile en su serie 88.
Alpine con el CVA-1005 en 1997 adaptó una versión con un CD-ROM que utilizaba la tecnología. Similar a lo que sucedía con el de GM, solamente podía dar información sobre lugares limitados en el mundo.
Finalmente, Garmin con su StreetPilot GPS, en 1998 adaptó la tecnología para adaptar un sistema portátil a tu coche. Esto democratizó la tecnología por primera vez a un precio inicial de 550 dólares lo cuál estaba sensacional para coches de renta.
No sería hasta el año 2000 donde la tecnología GPS pudo ser adaptado a vehículos comerciales. Primero empezando con el sector de lujo como la clase S de Mercedes-Benz y la Serie 7 de BMW, pero ahora es casi un must have dentro de los vehículos a los que tenemos acceso en la era moderna.
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