Mercedes-Benz no se puede ir con soluciones a medias cuando presenta la nueva generación de un vehículo, cualquiera que sea que lleve la estrella. Cada vez que hay una nueva etapa en uno de...
Mercedes-Benz no se puede ir con soluciones a medias cuando presenta la nueva generación de un vehículo, cualquiera que sea que lleve la estrella. Cada vez que hay una nueva etapa en uno de sus desarrollos, la verdad, sorprende. Este caso lo hemos vivido en cada uno de sus vehículos y el Baby Benz 2022 no es la excepción.
Quizás la estrella, a comparación de sus contrapartes alemanas, es la que más ha cambiado sus diseños en cuanto a la firma óptica, parrilla y luces traseras. Así nos tiene acostumbrados, a veces rectangulares, a veces redondos como en los noventa, o a veces con un destello de tecnología LED. Es la más diversa en cuanto a nuevos diseños en sus vehículos. La estrella en parrilla o en el cofre, estrella en pedestal frontal, pero siempre el símbolo marca la nueva era en cada generación.
Si vemos esta nueva Clase C, es exponencial el avance en el diseño frontal, la estrella al tamaño de la parrilla –solo presentaron versión de introducción con el paquete estético AMG–, un cofre muy poderoso, las líneas en los costados limpiando la musculatura del auto y en la parte trasera se une el ADN que tenemos en otros autos de la estrella convirtiéndolo en un modelo moderno.
En este sentido, la tecnología es donde más se nota el salto cuántico del sedán, ya lo manejaremos pero que sea “Mild-Hybrid” habla de la gran tecnología de la marca que ahora tiene la filosofía de electrificación, no dejando sólo un motor a gasolina sino con más tecnología, acoplado a la caja de nueve velocidades, que lo convierten en un ejemplar digno de compararse con los de su clase.
Donde sí nos deja una gran sonrisa e impresiona es en los interiores; la madera porosa, con divisiones de aluminio en combinación de ambas pantallas, tanto frente al conductor como en la central; sus salidas de aire acondicionado, la forma del volante multifunción y los clásicos controles de asientos en puertas, así como la iluminación interior, permite disfrutar de una nueva era en Clase C.
El salto de tecnología, diseño y vanguardia se nota, por donde se vea, es un Mercedes-Benz, pero también es un auto que a mi parecer tiene mucho más personalidad que su antecesor. Seguramente será un gran puente entre gasolina y electrificación. Por eso reitero: Habemus “Baby Benz”, el que perfiló la historia, hoy verá reflejado su éxito en esta nueva generación.