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Resulta que una batería puede contaminar mucho o ser un gran negocio al final de uso en su primera aplicación, y hay que saber que ahora que todo indica que vamos a autos eléctricos,...
Resulta que una batería puede contaminar mucho o ser un gran negocio al final de uso en su primera aplicación, y hay que saber que ahora que todo indica que vamos a autos eléctricos, en vez de ser obsolescentes y quedarse “sin batería”, el conjunto que almacena la energía para un auto que en un promedio hoy le durará 10 años de uso, no irán a la basura.
De hecho, las compañías ya tienen planeado ese negocio. Imagine que hace 10 años que lanzaron el Nissan Leaf, usted hubiera comprado uno y ahora estaría ya en el límite de uso o por renovarlo, el primer o segundo dueño del auto, ahora sería caso de llegar a la fórmula de negocio que propuso Nissan desde el inicio de la concepción el auto.
Hoy nos venimos a enterar que su batería podría valer mucho más que el auto de 10 años que usted vendiera. Gracias a una fórmula con una compañía especializada, la batería puede irse hacia un segundo uso como planta de luz en –por ejemplo– un supermercado que no se puede permitir variaciones en sus áreas de alimentos congelados. O en corporativos cuando no hay energía eléctrica para sus elevadores o luces de emergencia.
De esta manera, el objetivo inicial se cumple al poder refabricar, reciclar, revender y reutilizar las baterías del LEAF cuando ya llegan al final de la vida para mover el vehículo. Una compañía que pactó hace 10 años con Nissan las está recibiendo y en el momento tienen un valor adicional al ser usadas en aplicaciones que realmente las necesitan.
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Claro que no es solo llegar con la batería y listo, la compañía “4R Energy Corp”, las califica y evalúa para ser utilizadas en otro vehículo eléctrico, para maquinaria industrial, elevadores o grandes depósitos de energía estacionaria.
Así que, si creía que iba a contaminar con las baterías de su auto eléctrico, en 10 años, según su garantía, estarán siendo usadas en otra aplicación donde seguirán ayudando a contar con cero emisiones, acumular energía y liberarla en el momento en que se necesite.
Los expertos dicen que por lo menos tendrán otros 10 a 15 años de vida útil. Un beneficio adicional, es que, al crear este mercado de reuso, los autos eléctricos podrían empezar a reducir aún más su costo de propiedad. Si este es el impacto de los eléctricos de hace 10 años, imagínese los de nueva generación… La movilidad cambió y el almacenamiento de energía también, mientras, todos cuidamos más el planeta.
