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Así como lo lee, un muscle car eléctrico es viable. El cambio de los V8, transmisiones manuales y tanques de gasolina se está gestando.
Sí, así como lo lee, un muscle car eléctrico es viable. El cambio de los motores V8, transmisiones manuales y tanques de gasolina que le daban unos 400 kilómetros antes de volver a repostar, tracción trasera, todo lo clásico de un muscle car norteamericano nacido a mediados de los años sesenta se está gestando. El cambio tecnológico se dará por un paquete de baterías que bien podrán llegar a los 800 kilómetros –al día de hoy–, tendrán motores a los ejes trasero –tracción trasera–, podrían ser de más motores en el eje trasero, o motores eléctricos en los ejes delanteros y traseros, haciéndolos con tracción a las cuatro ruedas, sin caja de velocidades y más veloces en su misión de lograr el menor tiempo en el cuarto de milla.
Eso es solo uno de los ángulos que presentó Stellantis, la fusión entre los gigantes FCA y PSA-Peugeot-Ctroën, en su día “eléctrico” un evento histórico en el que presentaron el futuro de cada una de sus marcas, desde Opel hasta los vehículos de trabajo RAM, pasando por Alfa-Romeo y Fiat, hasta los mismos Peugeot, la aventura verde de los Jeep y como le cito, los Dodge.
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El negocio que se presentó es redondo, basado en tres plataformas eléctricas que se pueden adaptar desde pick-ups o unidades de reparto, hasta un Jeep de dos puertas o un deportivo. Con estas tres fórmulas en tamaño, también hay varias tecnologías en baterías que van de 500 a 800 kilómetros de rango. La corporación podrá ofrecer productos adaptados a los valores de cada una de sus marcas a consumidores con distintas necesidades. Desde un auto citadino al precio de uno de gasolina en algunos años, un Jeep con manejo autónomo –pues va “junto con pegado” con los eléctricos– en terrenos fuera de camino, o camionetas familiares que prácticamente no sufrirán por viajes en carretera.
El plan también es el nuevo negocio del reciclaje de materiales y baterías que, en su consumo masivo, reacondicionamiento y uso de movilidad personal y de mercancías, lo que suena al futuro cercano y consolidación en la segunda parte de este siglo.
Sin duda, una conferencia de prensa histórica donde participaron todos los presidentes de las marcas y el CEO de Stellantis, quien es ya una leyenda en las empresas automotrices: Carlos Tavares. En realidad, declaraciones, ideas, operaciones, tecnologías y números de rentabilidad, todo bien planteado para el nuevo futuro.
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Espere, una RAM, los Dodge, Jeep, Opel, Fiat-Abarth, Peugeot, Alfa-Romeo, Chrysler, y sus demás marcas con familias 100% eléctricas, estrategias de cargadores rápidos en carreteras, ciudades y fuera de camino, clientes satisfechos en desempeño, uso de vehículos y con gran sentimiento de cuidado del medio ambiente.
El negocio no para ahí, sigue en los servicios al consumidor. Para antes de fin de año el mismo conglomerado presentará lo que será la siguiente generación de “software” para sus vehículos con lo que podrá tenerlos al 100% conectados. El usuario recibirá actualizaciones vía la nube, mejorará la experiencia de manejo, elevará la seguridad como nunca y sueñe, pues seguramente nos sorprenderán con servicios que ni siquiera imaginamos hoy en día.
Todo es una realidad, pero no solo de lo más importante de la industria, el producto, sino –además de meterle toda la emoción a los diseños. La incógnita de si será rentable la era eléctrica, se empieza a borrar, si el usuario se adaptará y elimina el miedo al rango, y los precios bajarán, todo eso empieza a cuadrar con un gran mercado masivo. Son 30 mil millones de euros lo que invertirá la corporación en estas tecnologías de aquí a mitad de la década. Lo que se une a inversiones de los grupos más grandes del mundo de las últimas semanas, aunado a cambios de slogans corporativos, logos de las armadoras, etcétera.
La industria está decidida a esta nueva movilidad pues lo que dejó ver Stellantis es el futuro de su negocio. Como entusiasta me encantaría tener el muscle car a gasolina y el eléctrico en el garaje, no para competir, sino para tener ambas experiencias, pero la idea de no tener emisiones también conquista para el día a día. ¿Cuándo evaluará su primera compra electrificada?
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