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Lo que hoy vive la industria automotriz era difícil de creer, como lo que vemos en el mundo por el COVID-19.
Plantas automotrices cerradas, inventarios en distribuidoras y ventas en niveles mínimos, pero lo importante ha sido la salud y cuidado por el ser humano. Hoy estamos viviendo en un entorno que poco pudimos imaginar. Quizás el cambio a los autos eléctricos iba a ser el mayor evento que podría mover a compañías enteras y a otras enfrentar retos que serían poco probables de resistir. Lo que hoy vive la industria automotriz era difícil de creer, como lo que vemos en el mundo por el COVID-19.
La industria lleva muchas décadas de innovación, investigación, desarrollo y búsqueda de opciones de movilidad. Hoy esa misma fortaleza, bajo esos techos de las plantas más avanzadas del mundo se ha iniciado con otro hecho que quedará en la historia de la humanidad, como desgraciadamente lo hacen las guerras que a muchas generaciones no nos ha tocado vivir, sumarse al bien común en lo que es necesario producir.
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Hoy estamos viendo cómo muchas de las automotrices convierten plantas para producir lo que se necesita para luchar en esta “guerra” contra el coronavirus COVID-19. Llevamos menos de una semana y GM se preparó y colaborará con una firma experta, para producir ventiladores necesarios en el tratamiento de pacientes en gravedad. Otros están produciendo mascarillas necesarias para evitar la contaminación y contagio directo en hospitales y en la población civil. Otros ya piensan en cómo modificar sus plantas para producir equipo médico necesario en esta pandemia. Todos colaborando con el distanciamiento social, tan necesario en esta época.
Lo que aprendo de la industria es su capacidad de adaptación, de planeación y, obviamente, en lo que pegará mucho es en su capacidad para llevar bienestar a muchos sectores de la población. Pero hoy lo importante no son esas plantas cerradas, sino abrirlas a lo que el mundo necesita, no esos inventarios en distribuidoras sino la salud de quienes necesitan un vehículo y de los sitios de trabajo industriales. No es, por primera vez el mes donde estamos viendo el objetivo de ventas, sino el objetivo humano en cómo evoluciona esta pandemia y cómo cooperar y planear entre todos el prepararse para los días de regreso a la vida normal.
Así es la industria, una que cumple con cada país, pero que también apoya en toda comunidad, una que se une a la prevención y ayuda social, pero que ha construido millones de familias sanas. Ojalá más pronto de lo que sea nuestra capacidad de resistencia a la distancia social, volveremos a producción y a pasear en coche…
Twitter: @MemoLiraP
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