El Vochito de Volkswagen sin lugar a dudas es un modelo que vive en los corazones del mundo entero a pesar de su descontinuación en 2003. Este #ViernesVintage va a ser un tanto diferente porque el día de hoy, recopilaremos 10 motivos para celebrar uno de los coches más queridos en México.
Muchos de ustedes sabrán el origen del Vochito de Volkswagen. Nacido en épocas de la Segunda Guerra Mundial, Adolf Hitler fue el que encargó hacer este vehículo, procurando que fuese barato, sencillo y confiable para los residentes de la Alemania Nazi. El seleccionado para ese trabajo sería nada más y nada menos que Ferdinand Porsche.
Eventualmente diseñando un motor bóxer en la parte trasera del vehículo, esta configuración era ideal para generar aceleración inmediata al mandar la potencia a las llantas traseras. Por ello, Porsche utilizaría al Vocho como inspiración para modelos como el Porsche 356 y el 911. Y eso sin mencionar que esos faros redondos al frente siguen siendo icónicos para la marca hoy en día.
Alemania trajo en 1954 tras la guerra una exposición a la Ciudad de México bajo el lema “Alemania y su industria”. Con intención de promocionar sus joyas, entre ellos destacaría el Vochito de Volkswagen que en ese entonces eran referidos como “113 Export”. El éxito del coche fue inmediato debido a su aspecto amigable, sorprendentes capacidades y gran rendimiento de combustible.
Esto llevó a un aristócrata español llamado Alfonso de Hohenlohe a tomar las riendas de traerlo a México. Además, inscribió cuatro ejemplares del Vocho a la Carrera Panamericana para darles visibilidad. Ninguno de los cuatro estuvo cerca de ganar, por supuesto. Pero los 4 ejemplares terminarían la carrera de más de 3,200 kilómetros sin una sola falla mecánica.
Durante 1959 en Italia se habían detectado casos de altas temperaturas que ocasionaron un total de 774 fallas en los coches debido a sobrecalentamientos generados a altas velocidades. El entonces director de una revista Gianni Mazzocchi, tomó este dato como inspiración para someter al Vochito de Volkswagen a una prueba de resistencia sin igual.
La idea sería utilizar dos Vochitos en un viaje de ida y vuelta de Bologna a Milán durante 16 días consecutivos. Las condiciones adicionales de la prueba sería ir a máxima velocidad posible y no parar una sola vez. Ambos coches lograron un total de 18,664 kilómetros a una velocidad promedio de 110 kilómetros por hora, parando solamente una vez.
Durante 1963, el poderosísimo Vochito de Volkswagen se galardonó como el primer vehículo de producción en explorar los territorios de la Antártida. Esta ruda obra fue gracias a la expedición de la Australian National Antarctic Research Expeditions.
Colorado en rojo y apodado el “Red Terror”, el Vocho se seleccionó para demostrar su capacidad en cualquier terreno. El coche aguantó temperaturas de hasta -52 grados centígrados y recorrió durante un año 2,400 kilómetros con vientos de hasta 136 kilómetros por hora. ¿Lo mejor de todo? No se atascó una vez.
Heinz Nordhoff, el director general de la marca en 1948 estaba fascinado con el éxito del Vochito de Volkswagen. Las cifras del coche así como su reciente popularidad por toda Europa crecía a pasos agigantados. Estaba claro que el Vocho sería el nuevo estandarte de la marca.
En un esfuerzo publicitario, Nordhoff ofreció a cualquier dueño que viviera en Alemania un reloj de oro con las insignias de VW al reverso además de una placa conmemorativa. ¿Qué necesitabas hacer? Ser dueño de un Vochito que haya logrado más de 100,000 kilómetros sin haber reparado una sola vez el motor. Fue tanta la gente que cumplió sin problemas los lineamientos que el concurso tuvo que suspenderse. La confiabilidad de un Vochito nunca se puede poner en duda.
El Vochito de Volskwagen a todos lados a donde ha estado ha causado furor. En cada país que ha estado, la gente le ha puesto un apodo local a este gigante.
Fue tanto así que para el final de 2003, el Vocho se había producido un total de 21,529,464 de veces a nivel mundial. Se produjo localmente en más de 20 países y se presume que tuvo presencia en al menos 45 diferentes regiones del mundo. Su historia empezó en nuestro país en 1967 y finalizaría eventualmente en 2003.
El Vochito de Volkswagen llegando a los años finales del siglo XX ya estaba perdiendo terreno en ventas. La llegada de vehículos como el Tsuru o el Pointer comenzaban a jalar más y más clientes. Sin embargo, la gente continuaba adquiriéndolo a pesar de todo.
No fue hasta una nueva ley introducida en 2002 donde se requería que todos los taxis tuvieran 4 puertas. Esta nueva legislación fue el clavo final de la tumba del Vocho. Sin embargo, fue despedido con quizá uno de los comerciales más emotivos en nuestro país.
A pesar de que el Vochito de Volkswagen se originó en Alemania, me atrevo a decir que en ningún otro país ha adquirido tanto seguimiento de culto como en México. Fue tal el cariño que se le tenía a este vehículo que su última iteración saldría de la planta de Puebla.
Llamado el “Sedán última edición”, este coche se distinguía por ser un paquete de 1,000 unidades que solo estaban disponibles en azul cielo o en beige. Tenía detalles en cromo y neumáticos con acabados en blanco. Finalmente, se podía distinguir con el emblema de Wolfsburg al frente como en los modelos de los años 60. Al día de hoy existe un ejemplar en un museo de Wolfsburg en Alemania.
Hemos hablado de vehículos de marcas como Ferrari, Porsche o Bentley que no solamente tienen un seguimiento de culto espectacular sino que mantienen su valor en el mercado con el tiempo. Sorprendentemente, el Vochito de Volkswagen parece ser parte del club.
Un Vocho con placas de antiguo puede ser bastante valioso, rondando entre los 300,000 pesos si se ha mantenido en un estado impecable. Y para las versiones de Sedán última edición el precio ha llegado a ser de hasta 500,000 pesos en el mercado. El coche supuestamente diseñado para el pueblo al día de hoy puede valer hasta medio millón de pesos. Brutal.
En 2016, un ejemplar del Vochito de Volkswagen se subastó en Dinamarca con más de 42 años de antigüedad. Le pertenecía a un hombre local que solamente usaba su coche los domingos para transportarse a la iglesia y por lo tanto solo acumuló 90 kilómetros en su vida.
Permaneció resguardado durante más de 40 años hasta que el hombre decidió venderlo. Debido a que el coche estaba en casi perfectas condiciones y solo necesitó un mantenimiento leve, el coche se subastó por la sorprendente cantidad de 130,000 dólares.
Sin duda alguna, este histórico vehículo se ha ganado con creces su estado legendario y es al día de hoy uno de los rostros más reconocibles en la industria automotriz.
Continúa en nuestro canal de Youtube para nuestras pruebas en video.
Un segmento concurrido es el de los SUV subcompactos. Este es un peldaño que se…
General Motors está construyendo un portafolio de productos más fuerte, amplio y claro en el…
La llegada de Lamborghini Temerario a las filas de la marca italiana dejan claro que…
Kia ha presentado en India el nuevo Syros, un SUV compacto que destaca por estar…
Red Bull ha elegido a Liam Lawson para reemplazar a Sergio Pérez y convertirse en…