Lo que para muchos es considerada la armadora de lujo por excelencia, para algunos otros es mucho más que esto, se trata de una legitimidad histórica en la fabricación de vehículos de alto desempeño...
Lo que para muchos es considerada la armadora de lujo por excelencia, para algunos otros es mucho más que esto, se trata de una legitimidad histórica en la fabricación de vehículos de alto desempeño ¿Quién no recuerda las maravillosas flechas plateadas de los años 50?
Bueno, pues el espíritu no ha muerto y hoy en día los miramos en competencias de la más alta categoría, es decir la F1. Así pues, debemos mencionar el papel fundamental de un preparador de automóviles conocido como AMG gracias a la visión de sus fundadores Hans Werner Aufrecht y Eberhard Melcher, quienes en 1967 se deciden a crear una empresa para la generación de motores de alto rendimiento para Mercedes-Benz. El nombre nace de las iniciales del apellido de nuestros personajes, y también utilizando la inicial de la población Grossaspach en Alemania.
La misión de nuestros personajes se centró en una ingeniería de altísimo octanaje y precisión, no obstante sería hasta 1971 cuando se suscitara la primera victoria de AMG Mercedes 300 SEL 6.8 en las 24 Horas de Spa. Asimismo, para 1978 las instalaciones originales en el molino de Burgstall ya son insuficientes por lo que 40 empleados se mudan a Affalterbach, y para 1985 ya se cuenta con una centena de personal.
El regreso a las carreras de manera oficial se da en 1988 con la Deutsche Tourenwagen Meisterschaft, y en el 90 la empresa con 400 empleados firma un acuerdo con Mercedes-Benz, lo que en 1993 vería como resultado la creación del primer vehículo de calle confeccionado por ambas: Mercedes-Benz C36 AMG, e igualmente se convierte en una marca muy reconocida y se convierte en una Marca Registrada.