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Ver para creer, manejar para confirmar… Nissan Sentra 2020 es una evolución total frente a la generación pasada. Así lo confirmé en nuestro más reciente test drive, y a continuación te destaco punto por...
Ver para creer, manejar para confirmar… Nissan Sentra 2020 es una evolución total frente a la generación pasada. Así lo confirmé en nuestro más reciente test drive, y a continuación te destaco punto por punto mi experiencia, ¡qué gran sorpresa!
Más que una nueva generación, porque estamos acostumbrados a que cambie la plataforma, pero se volaron la barda: nuevo motor, nueva transmisión, nueva suspensión, dirección, diseño… You name it!
Dejó atrás el 1.8 litros por un mejorado 2 litros atmosférico de 4 cilindros que ahora libera 145 hp y 145 libras pie de torque, con ello abrimos boca. Y no, no siempre el downsizing viene con mejoras en rendimiento. Logré sacarle poco más de 15 km/litro en ciudad y más de 19 en carretera.
Además, se mejora la entrega de poder que daba la generación saliente con: 129 caballos. En cuanto a transmisión ofrece manual de 6 cambios y automática (X-Tronic) CVT para un mejor rendimiento de combustible. Ésta brinda 8 cambios –simulados y escalonados– gracias a un sistema D-Step pre-programado con modo de seguridad. Para que no la riegues con los paddle shifters y hagas corajes yendo a repararla.
La suspensión trasera es independiente y multibrazo para todas las versiones. Con lo cual el andar es mucho más dinámico y confortable, silencioso y, por supuesto, más seguro, más premium. Se nota en la marcha y en comparsa con una dirección más directa, responsiva y ágil, el conjunto trabaja de manera ideal para hacer sentir al auto vivo, con potencia suficiente sin ser un deportivo.
La insonorización de la cabina es muy buena y con un estilo estético que se ve deportivo y se siente muchísimo más brioso que la generación anterior.
Como de la vista nace el amor, su trazo es mucho más robusto, deportivo, dejó de ser el sedán familiar consensual para arriesgar en todo y logró lo que pocos. Estéticamente es una renovación total, respetando la parrilla V-Motion característica con cromo, el cofre es alargado y bajo, la carrocería lo hace lucir mucho más ancho y casi como si fuera un coupé. Si bien los esquemas de pintura no se han oficializado, podría incorporar un tipo bi-tono, tal como lo hace Kicks, por ejemplo. Los rines –todos de aluminio– vendrán con diferentes opciones de diseño, destacando los de SR con 18 pulgadas de diámetro.
La visión de la marca fue incrementar la deportividad, por ello todo está orientado al conductor y se inspira en el famoso GT-R. Pantalla táctil –flotante– a color de 8 pulgadas, sonido Bose en las versiones tope con 8 altavoces, infoentretenimiento compatible con Apple CarPlay y Android Auto, interfaz Bluetooth y hasta GPS y cámara de visión 360 (Around View Monitor) se podrán encontrar en las versiones tope de gama.
De no contar con control de estabilidad y ofrecer dos bolsas de aire en la versión de entrada año modelo anterior. Nissan Sentra llega con un elevado nivel de tecnologías de asistencia al conductor.
Destacamos: detector de punto ciego, advertencia de salida de carril con asistencia de abandono, frenado de emergencia, detector de peatones y alerta de tráfico cruzado como parte de Nissan Shield 360. Los frenos ABS para las cuatro ruedas, dejando de lado los de tambor para el eje trasero a favor de discos; control de estabilidad y tracción en todas sus versiones, así como 6 bolsas de aire, asistente de ascenso en pendientes, sensores de reversa y anclajes Isofix. Tiene un par de avisos de seguridad bastante innovadores: olvido de objetos en la banca trasera, no vaya a ser que se te esté quedando el chamaco, el perro, el super, la computadora… Y el monitor de las plazas traseras que tengan o no el cinturón de seguridad.
Nissan Sentra 2020 es todo y más de lo que presumen sus números. Da gusto subirse, los materiales interiores son de buena calidad: cueros, aluminios, piano black, calefacción para los asientos delanteros, aire acondicionado de doble zona para conductor y pasajero, insertos en imitación fibra de carbono. Sólo faltaría un head-up display para los exigentes, pero prefiero el around view monitor del tope de gama, ideal para labores de aparcamiento.
Ya en posición de manejo la orientación plena hacia el conductor es sensacional. La sujeción de los asientos en sus laterales es muy buena, ni muy deportiva ni confortable en exceso. La caja CVT (X-Tronic) incluye la última generación, logrando 8 buenos escalonamientos que nada tienen que ver con la primera CVT que probamos en Nissan, muy buena para el consumo pero poco confiable para el manejo dinámico.
No sólo destaca en números, sino también a la hora de acelerar, siendo mucho más brioso que la generación anterior. Hace en poco más de 8 segundos el 0-100, yo hice 9.1 en la CDMX sin launch control y demás con modo sport. Ah, sí, en el mando de la transmisión un pequeño botón conecta el modo deportivo, aplícalo y sentirás respuesta superior.
La respuesta de frenado es buena, directa, así como el curveo, una delicia de control logrado gracias a la suspensión trasera multilink, pero también a una nueva plataforma, más rígida, ligera y a la dirección. ¡Es otro auto!
Si no eres mega fan de la CVT también hay opción a caja manual de 6 cambios, pero no en el tope de gama, tendrás que bajar a la
versión SR.
Competencia: KIA Forte, Volkswagen Jetta, Mazda3, Toyota Corolla, entre otros.
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