Pues nos equivocamos, resulta que usted podrá andar hasta 100 kilómetros con apenas 14.2 litros en el tanque
Uff, ya con solo leer la cabeza la gasolina se acelera en mi sistema…, perdón, me dejé llevar por el 6.2 litros de aspiración natural y sus 8 cilindros en posición V, pero seguramente a usted, estimado lector, le sucedió lo mismo. Se trata de una leyenda americana con enorme corazón, sediento, pero unas por otras, pues este bloque no tiene como propósito recorrer más de 15 kilómetros por litro, sino llevarlo al espacio, o muy cerquita de él…
#MiércolesDeMotor desencadena entonces nuestros más elevados pensamientos y es que en su quinta generación, el LT1 6.2 L, el motor del Stingray, que además asegura un legado de 58 años gracias a su inyección directa y variable, dos válvulas por cilindro y a su incontenible potencia de hasta 460 caballos de potencia con un torque monstruoso de 665 libras pie y una compresión de 11.5:1, todo ello ensamblado en la planta de Tonawanda Nueva York.
Pero además, ¿recuerda que mencionábamos que este bloque no era ahorrador? Pues nos equivocamos, resulta que usted podrá andar hasta 100 kilómetros con apenas 14.2 litros en el tanque, un rendimiento excepcional para un motor de estas dimensiones y prestaciones. Todo ello ha sido posible gracias a la desconexión de cilindros, logrando animar al «Vette» con apenas la mitad del motor, no obstante, el poder se libera al instante en cuanto se ejerce fuerza sobre el pedal derecho del acelerador.
Ahora imagínese a esta bestia con un sistema turbo, bueno, pues se compararía al bloque que anima al auto más rápido del planeta, el motor GM LS9 6.2 con doble turbocargador, empleado en el superpoderoso Vette C6 ZR1.