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La mecánica es una disciplina complicada, ciencia en realidad que pertenece a la física y está relacionada directamente con las matemáticas
Llegó el día más #Machine de la semana, y toca el turno de rendir un homenaje y reconocimiento a ese “tranza” que te ve la cara cada que llevas a afinar tu vehículo. ¡No se “esponjen”!, mis amigos mecánicos honestos, es una pequeña broma. Los invito a seguir leyendo…
Lo cierto es que un #Machine de verdad sabría distinguir entre un buen trabajo, un buen mecánico y aquél que solamente arregla el desperfecto y descompone otro para hacerte su cliente de por vida. La mecánica es una disciplina complicada, ciencia en realidad que pertenece a la física y está relacionada directamente con las matemáticas, claro si no imagínese cómo cobrarían las fortunas que cobran.
No hablaremos de la mecánica cuántica ni de la relativista, eso no nos compete en este espacio, pero sí podemos hablar de la Ingeniería Mecánica Automotriz, una rama que aplica las ciencias exactas y los principios físicos sentados por la termodinámica, mecánica y la ciencia de los materiales y fluidos mediante su análisis estructural. Ello con la finalidad de construir máquinas motorizadas para el servicio del ser humano; facilitar la vida en la fabricación de útiles o, la que más nos gusta, concebir vehículos de motores potentes y eficientes: coches, aviones, lanchas, motocicletas, etc.
Los principios básicos de esta disciplina profesional implican el uso de las características físicas de los objetos para su análisis y diseño, no obstante tenemos una amplia clasificación de mecánicos: aquellos ingenieros titulados desarrolladores de las tecnologías, arropados por un grupo de inversionistas poderosos y por departamentos de desarrollo de la más alta categoría, y aquellos #Machines que aprendieron el oficio de desmontar, reparar y hasta imitar procesos gracias a una corazonada y al instinto.
¿Quién no ha acudido al taller de “don Tuercas” para reparar algo que en la agencia saldría tan costoso que acabaría con su patrimonio? Bueno, pues seguramente este emblemático personaje aprendió de su padre o tío, y de las horas destinadas a conocer las reacciones de cada motor, por lo que podrá realizar desde un cambio de aceite hasta arreglar una marcha o reemplazar las bielas del motor que usted, conductor, destruyó por no llevar a servicio su vehículo, dejar sin agua o jugar a los arrancones en Av. Gustavo Baz.
Ahora imagínese que en nuestro país, los principios de la mecánica surgieron gracias a este método: la observación y la solución práctica de nuestros problemas. Los aztecas construyeron diques que protegían a Tenochtitlan del Lago de Texcoco, y construyeron balsas cuyo motor era un palo y el corazón de cada #Machine. Posteriormente y con el crecimiento de la población y el descubrimiento de los combustibles fósiles, las máquinas surgieron alrededor del planeta y de ahí para acá todo es historia.
El oficio del mecánico describe como aquel que trabaja en la construcción, montaje y mantenimiento de las máquinas al interior de un taller. Por ejemplo: soldador, ajustador, rectificadores etc, aunque en México todos los mecánicos saben de todo, luego lo investigan o le llaman a su primo para consultar, pero ninguno te dirá que vayas con la competencia, eso jamás, no obstante el mecánico que nace entre los fierros del taller familiar, se interesa por los nuevos desarrollos y motores, es apasionado de su trabajo y protege a su clientela a través de su trabajo honesto en el vehículo, merece nuestro mayor reconocimiento, más cuando muchos de ellos se interesan por aprender de ingeniería, van a la escuela y llegan a ser excelentes desarrolladores de una ciencia tan complicada, a ellos dedicamos nuestro #MartesDeMachine.
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