La importancia del MIURA fue, sin duda, uno de los elementos/automóviles que brindaron mayor impulso a la marca durante sus primeros años, “había nacido el superdeportivo” y el reto era cada vez mayor. ¿Cuál era el futuro? No solo se debía sorprender a propios y extraños con la siguiente presentación de Lamborghini en cuanto a términos de diseño e innovación, había que comenzar el trazado del ADN constructor con sello boloñés, en el cual debían de respetarse elementos como: motor central, diseño y carrocerías livianas, potencia y, quizás una muy importante –al menos para su fundador–, el espíritu taurino de sus vehículos.
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Fue así, como inspirado en las prestaciones del segundo modelo de la marca, Lamborghini 400 GT, se presentaría el gran turismo más popular de la armadora italiana durante su época de producción, es decir 1968 – 1978, década que exigía motores poderosos y diseños robustos, tendencia generalizada y duplicada en “nuestro continente” a través de los llamados muscle cars norteamericanos.
Es así que la apuesta de Ferruccio siguió el trazado de la constante demanda general y develó el primer prototipo (Marzal) en el Salón del Automóvil de Ginebra en 1967, únicamente para hacer algunos ajustes y solicitar a su diseñador, Marcello Gandini de la casa de diseño Bertone, un bólido animado por un V12 a 60° de 4 litros que exhibía un caballaje puro de 325 (primeros dos años y 350 los siguientes ocho) acompañados por una suspensión –totalmente– independiente, frenos de disco en las cuatro ruedas y además, fue el primer superdeportivo en incorporar una transmisión automática (1974).
Asimismo, una década sugiere grandes cambios y avances tecnológicos en la industria automotriz, de la cual Lamborghini echó mano para mejorar las prestaciones de este nuevo integrante de la “ganadería”. Se presentaron tres modelos con variaciones importantes en motor, transmisión e interiores, pero su diseño permaneció prácticamente intacto, motivo del éxito obtenido durante esta etapa de la evolución humana.
Tauromaquia automovilística, Espada y su definición:
Nombrado así debido a la predilección de Ferruccio Lamborghini por las corridas de toros. La espada de matar, también conocida como estoque, presenta la particularidad de presentar una hoja mucho más estrecha que una espada convencional. Sus filos comienzan a tomar fuerza a partir de sus dos últimos tercios, en donde también se observa una curvatura llamada “muerte”, que sirve para hacer efectos más prontos al interior del toro llegada la hora de matar. Cada espada o estoque de torear deberá presentar una longitud máxima de 88 centímetros de punta a empuñadura. La historia del toreo presenta dicha arma a finales del siglo XVIII, gracias a la importancia que adquiere el toreo de a pie. En la actualidad, muchos “diestros” utilizan una espada simulada fabricada de aluminio hueco, que sirve únicamente para armar la muleta durante el último tercio de la lidia. La razón es clara y obedece a motivos de seguridad y comodidad, sin embargo, llegada la hora de “entrar a matar”, el torero se acerca a su mozo de estoques o peón de confianza para reemplazar el “ayudado” por la espada fabricada en acero.
“Espada” en resumen:
Presentación: 1968 a 1978
Carrocería: gran turismo
Motor: V12 en posición central a 60° de 3,939 cc / 325 y 350 CV
Transmisión: manual y automática
Frenos de disco en las cuatro ruedas
Sistema de dirección asistida (1970)
Velocidad tope: 250 km/h
Entusiasta de la comunicación y la actividad del periodismo ejercidos con profesionalismo. Manejo desde los 13 años, pero –en la actualidad– sigo jugando a los carritos.