Ford Fiesta ST, una prueba de manejo divertida

Muchos amantes de los autos y seguidores de Ford recordarán la gama de SVT, misma que mejoraba el desempeño de los vehículos; con el tiempo dicha denominación fue desapareciendo y quedándose solo en un puñado de modelos. Posteriormente la gama ST ocupó el lugar de altas prestaciones de la marca principalmente con el Focus y posteriormente con el Fiesta, dándoles una nueva vida pero sin formas extremas de diseño.

Hace unos meses tuve la oportunidad de manejar el Focus ST y simplemente me gustó, de entrada porque ofrece un diseño que si bien es deportivo también es elegante, sin detalles de diseño exagerados que caracterizan a este tipo de versiones, además era cómodo para el uso diario pero si se le exigía potencia en pista o en carretera respondía de manera excelente.

Pero ahora nos tocó manejar el pequeño de la gama, el Fiesta que mantiene ese diseño sobrio de su hermano el Focus pero con un desempeño totalmente distinto pero que también puede usarse de manera cotidiana en ciudad.

Ford ha basado mucha de su tecnología y diseño en los departamentos europeos, por lo que el manejo y vista se han recompensado. El Fiesta en versión normal ya es atractivo y la versión ST gana las formas afiladas frontales del Focus así como la tendencia de diseño que tiene la marca con modelos como el Fusion.

El frente es muy limpio con una fascia envolvente que solo se ve interrumpida por la parrilla de panal negro, color que también observamos en la parte baja con molduras que acompañan a los faros para niebla. La parte lateral cuenta con faldones y molduras negras en el marco de los vidrios mientras que atrás encontramos un alerón que acompaña la caída del techo y abajo vemos el difusor con detalle en color negro.

Al interior las cosas cambian para bien, tenemos asientos firmados por Recaro con excelente soporte lateral y para las piernas con una combinación de colores acorde a la carrocería, el tablero gana algunos detalles en tono negro brillante y metal pulido lo cual combina con la palanca de velocidades e insertos en el volante.

El Fiesta ST ofrece un motor EcoBoost de 1.6 litros que genera 196 hp y un par motor de 214 lb-pie, lo anterior va asociado a una caja de cambios de 6 marchas.

Además de manera estándar ofrece control de tracción, asistente de arranque en pendiente, dirección asistida, frenos ABS, control de estabilidad y un trabajo deportivo en la suspensión y sistema de frenos.

Realmente tenía muchas expectativas con el ST ya que el Focus me había dejado excelente sabor de boca, y en los primeros kilómetros recorridos en ciudad me percaté de un detalle, que es la firmeza de la suspensión que lo hace algo más duro que el Focus, nada que sea una molestia pero se siente la diferencia. La entrega de potencia es muy suave al igual que el sentir del clutch lo cual no se convierte en un castigo al manejar en el tránsito diario.

El Fiesta ST ofrece un sentir casi de competencia desde que nos sentamos gracias a los asientos y una posición baja además del sonido del motor, con un tono ronco que se acentúa de buena manera con el avanzar de las revoluciones, la vista periférica es excelente al igual que la ergonomía de los elementos del tablero y comodidad de sistema de infoentretemnimiento SYNC.

El manejo me llevó al pueblo mágico Malinalco siendo el recorrido por la carretera libre misma que es muy sinuosa, aquí la suspensión y chasis no decepcionó con un manejo muy firme que evoca al estilo europeo, la dirección asistida permite sentir el camino y nos transmite información a las manos. El curveo rápido fue de lo mejor ya que en ningún momento se perdía adherencia, aunque en este punto debimos ir a una pista pero en esta ocasión no se pudo.

Los frenos ofrecieron seguridad en todo momento, con un tacto del pedal firme, acorde al enfoque del auto y nuevamente gracias al equilibrio del chasis y bajo peso de la unidad detener al Fiesta ST era sencillo y seguro.

La caja de 6 marchas nos permite un excelente juego siendo las primeras velocidades cortas para maximizar la aceleración siendo hasta la cuarta el rango “de juego” para manejo dinámico. Un rebase o aceleración en recta son algo sencillo para el motor. Cabe destacar que al llegar al destino marcado pasé por una zona de terracería donde si bien se sentía cada piedra por donde pasaba, también invitaba al manejo tipo rally, algo en que la marca ya tiene experiencia y el auto debo decir que se comportó excelente al poder recuperarse de una curva rápida y salir acelerando a la siguiente recta, mientras que los frenos resisten la fatiga y continúan trabajando bien incluso en ese modo.

Las unidad probada al mes de febrero del 2014 cuesta 319 mil 500 pesos, lo cual podría sonar a elevado para un modelo de este tamaño pero si buscas un coche chico con buen desempeño, el Fiesta ST es una de las mejores opciones con excelente equilibrio en el manejo y sobre todo útil para el uso diario.

ESCRITO PORRicardo Silverio

Cuenta cuentos profesional, con un especial gusto por la velocidad, y una calma innata por vivir mientras el mundo gira a prisa. De gustos extremos nacidos en el ciclismo y luego evolucionados al mundo motorizado. Aquel que puede pasar horas viajando en una carretera o un instante en las pistas de competencia, aunque viviendo, volando y dejando todo problema en el camino en mi motocicleta. De gustos particulares y enemigo de los autos aburridos que no transmitan sensaciones de manejo.