Cuando se habla de experiencia de manejo y autos divertidos pensamos de inmediato en motores grandes, o autos exóticos provenientes de lejanas tierras que derrochan cientos de caballos de fuerza, pero la verdadera...
Cuando se habla de experiencia de manejo y autos divertidos pensamos de inmediato en motores grandes, o autos exóticos provenientes de lejanas tierras que derrochan cientos de caballos de fuerza, pero la verdadera esencia de manejo la brinda un buen chasis y equilibrio del auto.
Colin Chapman fundador de Lotus Cars tenía un interesante concepto en los autos “menos es más” refiriéndose a que entre menos peso tenga el auto las prestaciones serán mejores sin necesidad de un gran motor. Esa idea le queda perfectamente al Abarth 500, que utilizando la base del “coqueto cinquecento” y unos 1.035 kg de peso han hecho de este italiano un auto que puede dejar en ridículo a un V8 en una zona sinuosa.
La historia de Abarth es muy conocida en el mundo de las competencias, comenzando sus andares a mediados del siglo pasado, donde producía carrocerías en principio y posteriormente preparaba sus propios autos, en la década los 70´s la empresa de Carlo Abarth fue adquirida por Fiat donde se trabajó en los autos de alto desempeño para luego entrar en un letargo.
No fue hasta el 2007 cuando Fiat anunció que Abarth regresaría en plan grande, llevando a los autos de la marca a un nuevo nivel de prestaciones, obviamente el Fiat 500 hecho en México debía ser uno de los afortunados de recibir un cambio.
De entrada al ver el F500 Abarth pareciera que es el modelo de siempre con un paquete estético, ya que la parte frontal gana una nueva fascia proyectada hacia el frente, que alberga un panel de red pintada en negro en la parte central y lateral, a los costados cuenta con discretos faldones y rines de 17” que dejan ver las pinzas de freno rojas.
La parte posterior cuenta con un discreto alerón y nueva moldura inferior con salida de aire y un difusor en tono negro mate de donde asoman los escapes. Al interior nos ofrece asientos tipo de competencia con excelente soporte lateral y lumbar, los cuales están tapizados en piel con costuras rojas al igual que el volante y palanca de velocidades.
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Al ponernos al volante las cosas no cambian con respecto a un 500 normal ya que tenemos una posición elevada y gracias al reducido tamaño todos los elementos nos quedan al alcance de la mano, incluso el movimiento para hacer los cambios es rápido y nos da una sensación de poder y deportividad.
Al girar la llave del auto una sonrisa se dibujó en mi cara ya que el sonido se puede comparar al de los autos de competencia tipo rally, aunque fue gracioso llegar al semáforo haciendo ruido y al voltear la gente del entorno vernos en ese pequeño auto.
Mecánicamente nos ofrece el premiado motor MultiAir de 1.4 litros turbo que genera 160 hp y un torque de 184 lb-pie, para lograr dichos números Abarth trabajó sobre el sistema de escape y electrónica, además de recortar los pasos de la caja de 5 velocidades.
El manejo citadino al igual que la versión normal es agradable y literalmente cabemos por todas partes, la distancia entre ejes hace que sea muy fácil maniobrar y en el caso del Abarth con todo y la suspensión más firme las cosas no cambian, aunque es un hecho que sentiremos todas las imperfecciones de la calle u ondulaciones del pavimento.
Cuando manejamos en pista el Abarth es un auténtico juguete que nos exige mejor manejo entre más velocidad tengamos ya que la suspensión que nos transmite todo al volante y el bajo peso de la unidad lo hacen algo nervioso sobre todo en la parte posterior, tal vez un mayor trabajo en suspensión o un alerón más grande lo solucionarían.
El paso por curva es rápido y cuando le tomamos la medida al manejo podemos “descolocar” el auto al entrar a la curva dándonos así una nueva experiencia de diversión, los frenos son potentes aunque mucho del peso del coche está al frente por lo que si frenamos impetuosamente en una curva el auto tiene a perder el eje trasero.
Lo anterior puede sonar a que es algo malo, pero no lo es ya que el F500 Abarth premia a los puristas del manejo, aquellos que gustan de manejar una carretera sinuosa y no que un conjunto de elementos electrónicos lo hagan todo. Es divertido, es atractivo, es venenoso, y también es adictivo
MOTOR
1.4L I4 MultiAir Turbo 16V
SUSPENSIÓN
Delantera y trasera Independiente MacPherson/Semi-independiente con eje de torsión
PRECIO
F500 Abarth $375,400