Diablo

DIABLO – #LunesDeLamborghini

Su nombre prácticamente es conocido y reconocido como un vehículo fuera de serie

/octubre 7, 2013

LAMBORGHINI Pocos son los nombres que la gente –en general– identifica como superautos, grandes marcas, esas llamadas «top of mind». Bueno, si nos referimos al Diablo como automóvil diremos que es un automóvil que pertenece a Lamborghini, pero estaríamos equivocados, porque pertenece a todos los entusiastas del motor.

Su nombre prácticamente es conocido y reconocido como un vehículo fuera de serie, y así lo fue durante gran parte de su historia, que comenzó en los años 90 y que perduró hasta el 2001. El Lamborghini Diablo, a pesar de haber nacido con varias características mejoradas con respecto a su antecesor el Lamborghini Countach, consiguió instalarse en la memoria de sus fanáticos debido a su imponente diseño y a sus enormes prestaciones, que superaban incluso a sus rivales directos como: Ferrari F40 y el Porsche 959. A esto, se le puede sumar el sistema de apertura de sus puertas llamado «tijera», las cuales pasaron a ser característica principal de los superdeportivos de la marca italiana. Al mismo tiempo y por todos los atributos anteriormente mencionados, el Diablo es considerado por muchos el automóvil insignia de Lamborghini, aún después de haber desaparecido en 2002, dando paso al Murciélago. Es por ello que al realizarse comparaciones entre Lamborghini y sus dos eternas rivales Ferrari y Porsche, es común citar como representantes de cada marca al Lamborghini Diablo, al Ferrari F40 y al Porsche 911, los tres modelos considerados dentro de un misma categoría: vehículos de leyenda.

diabloqLamborghini comenzó a desarrollar el «DIABLO» a finales de la década de los 80, para sustituir al Countach. La fuerza de este nuevo animal del asfalto provenía de una versión de 5,7 litros y 48 válvulas del legendario Lamborghini V12, con doble árbol de levas e inyección multipunto controlada por ordenador, características que resonaban gracias a un sistema de escape impresionante, pero sobre todo a sus 492 caballos de potencia y 427 libras pie con tracción trasera. Según datos oficiales, el Diablo desarrolló una potencia «infernal»:  0 a 100 km/h en tan sólo 4,09 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 325 km/h, la más alta registrada hasta entonces por un automóvil de serie, además de un muy buen comportamiento en las curvas, y curiosamente para los modelos actuales, el coche era netamente deportivo, así que no disponía de frenos ABS ni de ninguna otra asistencia electrónica de conducción.

Su nombre, los toros y la popularidad

Diablo «Diablo» está inspirado en el toro del mismo nombre criado por el duque de Veragua en el siglo XIX, que el 11 de julio de 1869 en Madrid, se enfrentó en una batalla épica con el torero José de Lara, por mucho que los curiosos pretendan que el nombre surgiera del «infierno» automovilístico. Como muchos otros automóviles de Lambo, el diseño corrió a cargo de Marcello Gandini, y modificado en diversas ocasiones por la junta directiva de su entonces propietaria Grupo Chrysler. Posterior a este modelo surgió uno igualmente espectacular, pero probablemente nunca tuvo la notoriedad del Diablo, y quizás ninguno lo tenga…

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Marco Alegría
Entusiasta de la comunicación y la actividad del periodismo ejercidos con profesionalismo. Manejo desde los 13 años, pero –en la actualidad– sigo jugando a los carritos.
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