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Camino al museo de Mercedes-Benz en AMG GT C Coupé…

Pocas ocasiones se tiene el privilegio de manejar un AMG y muy pocas de hacerlo en Alemania con rumbo al museo de la firma en Stuttgart, su sede. Conducir su glorioso presente me hace...

/junio 5, 2019

Pocas ocasiones se tiene el privilegio de manejar un AMG y muy pocas de hacerlo en Alemania con rumbo al museo de la firma en Stuttgart, su sede. Conducir su glorioso presente me hace total sentido de cara a conocer el increíble pasado que da el éxito como consecuencia, y es que este purasangre lo tiene prácticamente todo: estilo, potencia, tecnología y brutalidad.

Mercedes-AMG GT C Coupé 2019 

Ya con el rediseño de los GT, este bólido está prácticamente en lo más alto del portafolio. Se trata de un biplaza con carrocería coupé, tracción trasera y V8 biturbo. El motor a gasolina cuenta con un desplazamiento de 4 litros, que nos invita a ir de 0-100 km/h en 3.7 segundos, y vaya que lo comprobamos dentro de una de las famosas Autobahn de Rhein Mein a Stuttgart. La potencia alcanzada es producto de una presión mayor, una relación de compresión modificada, un intercooler mejorado y, evidentemente, de la utilización de turbos más grandes que sus hermanos GT y S, por ejemplo, únicamente por debajo que el GT R dentro del line up.

De la vista nace el amor

El ejemplar luce potencia y atemporalidad, destacando por un diseño trasero musculoso, bajo y de ruedas grandes y anchas. El Mercedes-AMG GT C ofrece una conducción sofisticada y heredada del deporte de motor gracias a los componentes específicos de AMG, el Mercedes-AMG GT C alcanza una velocidad máxima de 317 km/hora.

El diseño frontal del Mercedes-AMG GT cuenta con elementos derivados de las carreras, los cuales forman una declaración dinámica. El capó es muy largo, mientras que la parrilla específica de AMG enfatiza las demandas deportivas en cuanto a refrigeración del motor.

El nuevo diseño de los faros Led de alto rendimiento y especialmente el nuevo diseño de luz de conducción diurna hacen que la parte delantera del Mercedes-AMG GT sea aún más llamativa que antes. Por otro lado, el diseño clásico de fastback presenta luces traseras Led con elementos oscuros en el interior. El difusor trasero rediseñado está destacado por las salidas de escape duales en cromo de alto brillo, las cuales pueden ser ajustadas para hacer aún más pronunciado el sonido del motor, todo ello gracias a un botón situado muy cerca del conductor.

En cuestión dinámica

Una gran puesta a punto, seguida de la diferenciación en modos de manejo, harán las delicias de los entusiastas. El ejemplar es estable, la aceleración es directa y la caja automática AMG de 7 cambios y doble embrague es rapidísima, ayudando a brindar una aceleración lineal, pero también a frenar en menos metros y a recuperar de manera sumamente ágil. En cuestión de frenado se ofrecen paquetes de alto rendimiento, brindando valores de desaceleración excelsos, a fin de ofrecer la confianza de poder rozar los límites mecánicos de esta maravilla automotriz. Se puede pedir paquete de frenos carbonocerámicos, para una respuesta incansable.

Cuenta con un diferencial de deslizamiento limitado que ayuda a gestionar la potencia en el eje trasero de manera automática. Mientras que la suspensión echa mano del sistema AMG Ride Control con suspensión ajustable de manera adaptativa. En los diferentes modos de manejo usted puede echar mano de un vehículo bastante confortable para sus trayectos diarios, o desatar la fiereza en diferentes escalas de adrenalina con el set Sport, Sport + y Race. 

La dirección ofrece muchísima confianza al conductor, dejándole saber que lo asistirá en esos momentos de duda para ir a donde se requiera. Mientras que el diseño de interiores es por demás elegante, deportivo y genial. Los asientos ofrecen una sujeción lateral extraordinaria, los controles son muy fáciles de usar y prácticamente todo lo necesario está a la mano de manera muy accesible.

ESCRITO POR
Entusiasta de la comunicación y la actividad del periodismo ejercidos con profesionalismo. Manejo desde los 13 años, pero –en la actualidad– sigo jugando a los carritos.


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