Esta semana manejé la nueva Ford Explorer 2020, luego de un tanque de 431 kilómetros con muchos trayectos forzando su entrega de poder para sentirla en pleno y a tope. Volvimos a llenarlo y...
Esta semana manejé la nueva Ford Explorer 2020, luego de un tanque de 431 kilómetros con muchos trayectos forzando su entrega de poder para sentirla en pleno y a tope. Volvimos a llenarlo y recorrer la distancia de México a Puebla y de regreso, hoy he comprobado que, sin duda, Ford se encuentra en su mejor época en camionetas.
El motor que a muchos parece quedar al límite, es mucho más brioso de lo que piensan. No necesita un seis cilindros, el cuatro EcoBoost, de 2.3 litros de 300 caballos de potencia tiene la dualidad de ser tan económico como brioso, gracias a su magia de los cinco modos de manejo que nos ofrece la versión Limited que apenas pasa el millón de pesos en 1,014,400 pesos.
En esos modos, arranca en Normal, donde podemos circular sin ningún problema priorizando su comodidad en aceleración. Puede seleccionar “Eco” y ahí notará cómo el motor se libera, gracias también a que la caja de velocidades es de 10, con lo cual los cambios son muy rápidos y la liberación de revoluciones por igual, llegando a una máxima economía de combustible, lo que por ejemplo, vivimos en la carretera a Puebla en bajadas donde casi el consumo se elimina durante kilómetros y se prioriza la eficiencia.
Ahora que, si usted gusta de potencia, el modo “Deportivo” cambia los parámetros y es mucho más brioso, en el momento usted sentirá cómo es que la camioneta responde con lo que parece no ser 300 caballos sino muchos más. La caja de velocidades ayuda mucho y este motor EcoBoost tan solo pasa las 2,000 revoluciones y de manera lineal le entrega la potencia sin gran patada del turbo, pero si respuesta que no esperaría.
Los otros modos de manejo son para pisos resbaladizos, terracería y arrastre de remolques, que si no lo usa poco los seleccionará, aunque en lluvia podría llegar a seleccionarlo, aunque con los numerosos sistemas de seguridad activa y pasiva de la camioneta no tendrá ningún problema en lluvia intensa.
El manejo es excepcional, parece una camioneta o hasta un auto mucho más deportivo cuando estamos en aceleraciones, su control parece ser total, hay que recordar que lleva tracción trasera y que precisamente en el eje posterior ahora la suspensión es independiente lo que permite tener una gran sensación de control de la camioneta, no nos dejó queriendo nada más.
Acelera, curvea y recupera de una manera extraordinaria, la ingeniería del tren motor lo ha logrado para esta camioneta de tres bancas de asientos y hasta siete pasajeros, si bien no es el bloque de motor suave de un V8 con una gran garganta pasado casi de moda, hoy la eficiencia se prioriza, su bolsillo también y el acelerador no deja nada en el olvido de las camionetas potentes.
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Simplemente trate de acelerar de 80 a 120 para rebasar y se vive esa ingeniería Ford. En futuros reportes le hablaré de Explorer tan solo decir que diseño, firma lumínica, LEDS, sistemas de asistencia y por dentro gran calidad y hasta calefacción en los asientos, sin duda le han definido para competir en el segmento más alto de su categoría, ya no hay vehículos Ford desequipados, les ponen todo y con ello se hacen más boutique. Vamos por más kilómetros con ella en estas semanas…