Waymo de Google estaría cerca de desechar como plan original un vehículo tripulado por un sistema de inteligencia artificial.
Según los últimos reportes de Autoblog, Waymo la compañía que forma parte del portafolio de Google, o Alphabet, que está enfocada en el desarrollo de un software y hardware para la conducción completamente autónoma, es decir un vehículo tripulado por un sistema de inteligencia artificial, estaría cerca de desecharse como plan original para competir a las armadoras de vehículos en favor de realizar alianzas como lo decidió hacer Apple en tiempos recientes.
¿Alivio para la industria automotriz?
Hace unos meses, sí meses, que nos planteábamos cómo sería un auto con las formas y características de la compañía de la manzana, o qué tan fácil de manipular los sistemas de un Google Car nos podrían facilitar la vida. Lo cierto es que las armadoras sintieron una amenaza directa y comenzaron a invertir en divisiones de negocio y sinergias que los pusieran en una carrera en la cual llevan años ventaja, tanto como más de un centenario desarrollando movilidad.
¿Por qué es tan complicado desarrollar autos?
No se trata del diseño, la construcción de plataformas, motores, transmisiones, logística de partes, comercialización, distribuidoras, brazos financieros y desarrollo de equipo original, y sí, todo eso y más. Imagínese la titánica labor de generar inversiones en un sinnúmero de regiones, consultar a los «gurús» del planeta si el vehículo será exitoso o no, construirlo en determinada planta para que cuadre con los números sanos de la empresa, exportarlo e importarlo a determinados países y mercados y esperar a que todo salga bien y un llamado a revisión no eche por tierra el beneficio obtenido de cada venta.
Basándonos en un reporte que realizan nuestros amigos de Autoblog, tampoco Uber se mira tan entusiasmado o ha estado más cerca de generar un vehículo, toda vez que se ha enfocado en cerrar negociaciones con socios como Volvo para realizar pruebas de conducción autónoma, por lo que podría estar cerca de desarrollar el software, pero de crear un automotor bajo la marca Uber sigue siendo un camino largo.
Nuevamente Tesla
El ejemplo más exitoso de lo que pudiera ser un vehículo de conducción autónoma y eléctrica si las regulaciones internacionales y locales de cada país en donde se oferta lo conceden es la armadora californiana, pero para lograrlo ha tenido que reinventarse y trabajar en un diseño de vehículo adelantado a su época. Si bien compartimos en ocasiones anteriores una posible falla de su sistema de conducción autónoma, Autopilot, la deliberación oficial respecto a este tema exonera por completo a Tesla y a este particular del accidente ocurrido el pasado 7 de mayo de 2017 en la Florida. La información oficial publicada el 19 de enero por la NHTSA, agencia de seguridad de tráfico de los EE.UU., menciona también que las tasas de accidentes que implican coches de Tesla han caído casi un 40 por ciento con los sistemas de piloto automático trabajando. También señala que su investigación no encontró ningún defecto en el diseño o la implementación de los sistemas automáticos de frenado de emergencia de Tesla (AEB) o de sus características de conducción crucero en automático. El informe también indica que Tesla anticipó correctamente el potencial uso indebido del conductor en el diseño del autopilot, estudió esos efectos e incorporó la información recabada en el diseño final del producto antes del lanzamiento.
Con ello concluimos que Tesla ha sido el único fabricante de automóviles al momento en ofrecer sistemas confiables para la conducción autónoma, lo que tendría que venir acompasado de una legislación pronta ante el futuro inminente en las necesidades de movilidad de los seres humanos y sus máquinas. Sin embargo la oferta de volumen sigue estando en un horizonte más lejano: Model 3 es la respuesta a un mercado que pagaría alrededor de 35 mil dólares por un vehículo con estas características pero sigue estando en desarrollo. Chevrolet Bolt ya inició la venta en Estados Unidos, fue nombrado Auto del Año en Detroit y hasta sirve de Hot Spot para dispositivos conectados, todo ello por $37,000 dólares (sin confirmación de precio en México), es decir, software y hardware autónomos están disponibles para la movilidad, pero siguen ofertándose a un precio elevado vs un vehículo compacto a nivel internacional. Es así que citamos al mismo Musk, quien da crédito a lo realizado por la industria automotriz de la siguiente forma: «Hacer cohetes es difícil, pero producir autos lo es más».
El futuro
Las sinergias serán importantes y ante un mercado atractivo como el de la venta y renta de vehículos inteligentes, las compañías de California ya están construyendo puentes con las francesas, alemanas, suecas y, por supuesto, las grandes de Detroit.
Ser proveedor no tiene nada de malo, deja al experto construir vehículos y lidiar con esos problemas mientras tú te enfocas a integrar tus móviles y tecnologías al cascarón, tan simple como eso.