Volvo Cars dio a conocer que se convertirá en el primer fabricante de automóviles en utilizar blockchain para dar seguimiento al cobalto utilizado en sus baterías.
Uno de los principales retos en sostenibilidad para los nuevos vehículos eléctricos es el proceso de producción, así como el uso de ciertos materiales.
En este caso, el cobalto forma parte fundamental de las baterías de litio. Volvo Cars está comprometido con la trazabilidad de los componentes. Es decir, el seguimiento de los materiales y procesos.
Con ello la firma busca asegurar a los clientes que conducen vehículos eléctricos de la firma, que estos fueron manufacturados con material para las baterías que se obtuvo de manera responsable.
El blockchain es un libro de contabilidad digital. Contiene una lista de registros vinculados entre sí mediante criptografía.
En ella se encuentra toda la información específica. Se trata de una red de datos compartidos transparente y confiable. Blockchain aumenta significativamente la transparencia de la cadena de suministro de materias primas.
Esto debido a que la información sobre el origen del material no se puede cambiar sin ser detectada.
Volvo Cars ha llegado a un acuerdo con sus dos proveedores mundiales de baterías, CATL de China y LG Chem de Corea del Sur.
A su vez, con las principales firmas mundiales de tecnología blockchain para implementar la trazabilidad del cobalto a partir de este año.
Las firmas tecnológicas Circulor y Oracle operan la tecnología blockchain en la cadena de suministro de CATL.
Es por ello que se llevó a cabo un plan piloto a principios de este verano, el cual obtuvo buenos resultados para la implementación.
Por su parte, la Red de Blockchain de Abastecimiento Responsable, junto con los especialistas RCS Global e IBM, están implementando la tecnología en el suministro de LG Chem.
Dentro de las cadenas de suministro, la tecnología crea registros de transacciones que no se pueden cambiar, al tiempo que impone un conjunto común de reglas sobre qué datos se pueden registrar. Esto permite a los participantes verificar y auditar las transacciones de forma independiente.
En el caso de la implementación en Volvo Cars, los datos en la cadena de bloques incluyen el origen del cobalto, atributos como peso y tamaño. A su vez, información que establece que el comportamiento de los participantes es consistente con las pautas de la cadena de suministro de la OCDE.
La aplicación de esta estrategia se da debido a la relevancia de los vehículos eléctricos en el portafolio de productos de la firma.
Volvo Cars lanzó el mes pasado el XC40 Recharge, el primero de una próxima familia de autos totalmente eléctricos bajo el lema Recharge.
Para 2025, espera que la mitad de sus ventas globales consista en automóviles totalmente eléctricos, con el resto de híbridos.
El mes pasado, Volvo Cars también lanzó un ambicioso plan climático, que incluye una reducción radical de las emisiones de carbono en un 40 por ciento por vehículos para 2025. Además de un compromiso continuo con el negocio ético en todas sus operaciones y cadena de suministro.
Los acuerdos entre Volvo Cars, CATL y LG Chem cubren el suministro de baterías durante la próxima década para los modelos Volvo y Polestar de próxima generación, incluida XC40 Recharge.
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