Durante el quinto mes de 2018 se comercializaron 114,492 unidades, 6.9% menos que las unidades vendidas en el mismo mes del año pasado cuando se vendieron 122,916 vehículos.
Como ocurre cada mes, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) dieron a conocer el reporte de la venta de vehículos ligeros al cierre del mes de mayo y la tendencia que hemos venido observando en este 2018 se mantiene según lo proyectado.
Durante el quinto mes de 2018 se comercializaron 114,492 unidades, 6.9% menos que las unidades vendidas en el mismo mes del año pasado cuando se vendieron 122,916.
En el acumulado enero-mayo 2018 se sumaron 560,986 vehículos vendidos, lo que representa una caída de 8.9% en relación con el acumulado del mismo periodo del año previo cuando se habían vendido 615,641 unidades. Recordemos que en el acumulado enero-abril 2018 se registró una caída de 9.4%, así que la caída fue menor.
Así se ubican las marcas
Nissan conserva su posición de líder con el 22.8% (el mes pasado obtuvo el 23%), sin embargo General Motors se hace de la segunda posición en las ventas con el 14.8% (14% el mes pasado). Grupo Volkswagen ahora se ubica en el tercer puesto con el 14% (14.1% en abril). Les siguen en el cuarto lugar Toyota con el 7.7% (igual que el mes pasado), KIA con el 6.8% (6.9% en abril), Honda con el 6.5% (6.6% el mes pasado), FCA México mantiene su 6.4%, Ford también conserva el 5.3%, Mazda el 3.9%), Hyundai con el 3.6% (3.7% durante abril) y otros con 8.4 por ciento.
Las marcas que más crecen
En el comparativo mayo contra mayo, 13 de las 30 marcas enlistadas reportan crecimiento siendo Land Rover la que mayor aumento experimentó con un +143.9%, seguido de marcas como:
Volvo con +118.8%
Suzuki +61.7
Subaru +28.6%
Infiniti +25.2%
Lincoln +23.5%
Peugeot +20.7%
Hyundai con +12.5
BMW +11.6%
MINI +5.1%
Toyota +2.6%
Mazda +2.5%
La expectativa es que la tendencia observada a lo largo de este año se mantenga durante los próximos meses, ya que continúa la incertidumbre en torno a las negociaciones del NAFTA, ahora con los nuevos aranceles impuestos al acero y al aluminio y a las campañas presidenciales en nuestro país.