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En la Unión Europea los limitadores de velocidad serán obligatorios en todos los autos nuevos para 2022. Pero ¿funcionará para reducir accidentes?
Pongamos un poco de contexto. En 2019, la Unión Europea estableció que los limitadores de velocidad serán obligatorios en todos los automóviles nuevos vendidos para 2022. Reino Unido seguirá sus pasos. Esto ha orillado a que los fabricantes tengan que instalar esta tecnología en los próximos años.
Y no sólo eso. La Unión Europea también espera que para esa fecha sea obligatorio el frenado automático de emergencia, la asistencia de mantenimiento de carril y los sistemas para asistir en caso de cansancio y distracción del conductor.
Aunado a esto, Volvo acaba de anunciar que ahora cada nuevo vehículo de la marca viene con una velocidad máxima limitada de 180 km/h, tal como anunció el año pasado. En palabras de la marca, esto va más allá de la regulación y la legislación, siendo el objetivo primordial ayudar a cerrar la brecha restante a cero lesiones graves y muertes en el tráfico. Lo que busca la compañía es ser líder mundial en seguridad, asumiendo su responsabilidad en el problema no resuelto de los accidentes de tránsito.
Adicionalmente, los vehículos de la marca también vendrán con una llave de cuidado. Esto permite a los conductores de Volvo establecer limitaciones adicionales en la velocidad máxima del automóvil. Esto es útil cuando se desea topar todavía más la velocidad cuando se presta el auto a otras personas, especialmente jóvenes.
Primero entendamos cómo funciona de forma genérica en los autos que ya lo incluyen de forma opcional. Si vas en carretera y progresivamente aumentas la velocidad, una señal en el tablero comenzará a alertar de este incremento y automáticamente comenzará a disminuir la velocidad.
A diferencia del frenado de asistencia, esta tecnología no utiliza los frenos. Simplemente limita la potencia del motor. Esto generalmente se apoya de otro tipo de alertas visuales y auditivas.
Para poder funcionar, el automóvil debe saber cuál es el límite de velocidad en las vialidades. Esto lo puede rastrear utilizando el GPS, determinando la localización del automóvil y su ruta, para compararlo con una base de datos donde se registran los diferentes límites de velocidad. De esta manera, puede anticipar cuáles son los límites consecuentes. Evidentemente, para que sea eficaz, la base de datos debe estar actualizada, incluso en casos de emergencia u obras en las vialidades.
Otra forma de acceder a los límites establecidos es por medio de una cámara que pueda leer los señalamientos, información que será procesada por la computadora del auto para que actúe en consecuencia. Como estos datos son a corto plazo, generalmente es necesario un software que aproveche las dos tecnologías.
En cuanto a su eficacia, los fabricantes y expertos están conscientes que, como toda tecnología, seguirá perfeccionándose y mejorando. Especialmente en situaciones en las que la información de la cámara y los datos del GPS no correspondan.
Y es aquí donde entrará la red 5G. Una vez que el vehículo pueda comunicarse en tiempo real con la infraestructura de las ciudades, llámese semáforos, otros vehículos y señalamientos, su eficacia será mucho mayor.
Este tema, sin duda, ha sido polémico. Sin embargo, en el caso de Volvo, considera que la tecnología de seguridad en el automóvil y el diseño de infraestructura inteligente del auto ya no son suficientes para evitar lesiones graves y muertes en caso de accidente.
No por nada, los límites de velocidad están vigentes en la mayoría de los países occidentales. Pero, a pesar de ello, millones de personas exceden estos límites sin estar conscientes del peligro que conlleva.
Si bien pudiera parecer una medida impositiva, en realidad, expertos sugieren que esto puede ser de gran ayuda cuando los límites de velocidad en las distintas carreteras y vialidades no están claros.
¿El resultado que se espera? Con información de BBC, según el Consejo Europeo de Seguridad del Transporte, con la adopción masiva se calcula se pueda reducir las colisiones en un 30% y las muertes en la carretera en un 20%.
En nuestra opinión, tal como ha señalado desde el 2008 el experto de economía conductual, Dan Ariely, en su libro «Las trampas del deseo», la mejor forma de reducir las conductas de riesgo en materia de conducción es incorporar a los coches dispositivos preventivos que frustren determinados comportamientos.
¿La razón? No se puede esperar que una persona, una vez que está encarrilada en su impulso de velocidad, sea sensata y por sí misma se autocontrole y reduzca la velocidad. Tal como ha probado en múltiples experimentos, es más realista apoyarse con tecnologías que puedan configurarse antes de acelerar, cuando la cabeza está fría y todavía es sensata.
¿No crees?
#elfuturodelautoeshoy
