La nueva entrega de los Transformers ya se está cocinando y parece ser que ya van muy adelantados, y más allá que te guste o no la película o el enfoque de Michael Bay, para los fanáticos de los autos es un gusto poder ver como coches se convierten en robots extraterrestres.
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En pasadas entregas hemos visto marcas como Audi, Ferrari, Chevrolet (muchos de ellos) y hasta motos como la extinta Buell, para la nueva entrega Bay dejo ver nuevos protagonistas así como retoques a los que ya conocíamos.
De entrada tenemos al jefazo de los Autobots el imponente tráiler Optimus Prime, el cual deja de ser un Peterbilt 379 para convertirse en una creación única de Western Star que es parte de Daimler Trucks. En la foto podemos ver el ya clásico color azul con flamas anaranjadas, pero también vemos mucho cromo desde la parrilla, fascia (cubre bocas de Optimus), tanques, rines y claro las 6 salidas de escape. De hecho ya da miedo así.
Luego pasamos a uno auto que no nos imaginábamos como Autobot el Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse que podemos ver en colores negro y azul del cual no se sabe nada en lo referente a que personaje o bando representará.
Nuevamente Chevrolet estará muy presente en la película y de entrada tenemos al nuevo Chevrolet Stingray que vemos en la foto con ese tono verde y con equipo aerodinámico al puro estilo de Fast & Furious, en la pasada entrega de la película el robot era Sideswipe, pero con el modelo Stingray conceptual.
Por último y no por eso menos importante encontramos a Bumblebee, que para los que recordamos la caricatura lo seguimos viendo como un “vocho”, pero en las películas de Bay fue un Camaro que comenzó como un clásico y luego se convirtió en la nueva generación. Ahora el Camaro regresa al pasado como un modelo del ´67, así tenemos un imponente Camaro SS de 1.200 hp en el cual ya no domina el color amarillo sino el negro mate.
Cuenta cuentos profesional, con un especial gusto por la velocidad, y una calma innata por vivir mientras el mundo gira a prisa. De gustos extremos nacidos en el ciclismo y luego evolucionados al mundo motorizado. Aquel que puede pasar horas viajando en una carretera o un instante en las pistas de competencia, aunque viviendo, volando y dejando todo problema en el camino en mi motocicleta. De gustos particulares y enemigo de los autos aburridos que no transmitan sensaciones de manejo.