De dominio público es que un motor turbo no pierde potencia. Sin embargo la respuesta no es tan sencilla como parece, hay que saberle a la física, a la química y mínimo haber jugado...
De dominio público es que un motor turbo no pierde potencia. Sin embargo la respuesta no es tan sencilla como parece, hay que saberle a la física, a la química y mínimo haber jugado con juguetes Mi Alegría de chamaco. Bueno, no tanto, pero sí hay que ser un tanto nerdo.
A nivel del mar, el aire es más denso y tiene más partículas de oxígeno. Conforme vas adquiriendo altura, el aire va siendo más liviano (menos denso) y por tanto, contiene menor cantidad de moléculas.
La secundaria sirve, ¿o no? Gasolina, o sea combustible; una chispa (energía de activación) y oxígeno – comburente. Esto también es conocido como el triángulo del fuego.
Ahora, para que la unidad de poder se incremente o se mantenga constante, la mezcla de estos tres elementos debe ser óptima. Hablando del oxígeno, entre más denso sea el aire que ingresa a la cámara de combustión (más oxígeno) mejor será la explosión y por tanto, la potencia.
Ejemplo – CDMX
Estamos a 2 mil 250 metros sobre el nivel medio del mar por lo que hay menor densidad de oxigeno. Llevándolo a los vehículos con motores de combustión interna naturalmente aspirados, les cuesta más trabajo funcionar y pierden potencia. En una relación aproximada de 10% cada mil metros.
O sea: si mi auto especifica 100 hp, en la CDMX podría tener entre 78 y 82 caballos aproximadamente.
Tomo un auto con 76 hp y motor de tres cilindros, por ejemplo Mitsubishi Mirage. Si lo lleváramos a la La Rinconada, provincia de Puno, Perú nos daría poco más de 20 hp. Porque esta ciudad es la situada a mayor altura en el planeta: 5 mil 99 metros.
Si un auto asciende a más de 4 mil metros, puede comenzar a fallar, porque no hay suficiente oxígeno para la combustión correcta. Por ésta y muchas cosas más, aquí las ventajas de tener un motor turbo.
En un auto turbocargado, este efecto es prácticamente nulo (aproximadamente 1% cada mil metros). La razón es porque se trata de un sistema de presión cerrado. El turbo succiona el oxígeno y lo ingresa a la cámara de combustión a presión. Por lo que prácticamente puede garantizar que siempre habrá una cantidad suficiente en la cámara de combustión para funcionar cercano al 100%. Lo mismo aplica para los autos supercargados. Pese a que no utilizan turbina, sino la fuerza del motor derivada del cigüeñal por un sistema de correa o engranes.