Aunque muchos de ustedes son expertos en el mundo automotor y corre gasolina por sus venas, no está de más regresar a los conceptos básicos.
Mejor aún, tener una explicación sencilla a la mano cuando desean explicarle a alguien que no sabe del tema.
En esta ocasión, ahondaremos en el porqué es más conveniente un motor turbo sobre un aspirado, especialmente en ciudad.
A medida que la ciudad se asienta a varios metros sobre el nivel del mar, las partículas de oxígeno están más dispersas. En otras palabras, al nivel del mar tienes mayor cantidad de partículas de oxígeno por metro cuadrado.
El oxígeno es utilizado en un motor de combustión interna para que la mezcla sea más rica, para explotar de mejor manera. Para que la mezcla sea mucho mejor y más eficiente en un motor aspirado, tienes que ingresar mayor cantidad de oxígeno.
Cada mil metros que le sumas a la altura, le golpeas entre un 8 – 10 % al total de los caballos de fuerza del vehículo con este tipo de motor.
Debido a que no hay partículas de oxígeno a esa altitud, la combustión no es tan buena. Por lo tanto, nuestra mezcla no es tan rica como para generar una explosión que beneficie al output del poder del coche.
Los sobrealimentados cuentan con un dispositivo que incrementa la presión del aire por encima de la atmosférica. Esto enriquece la mezcla para una mejor y más explosiva combustión que se refleja en mayor velocidad.
El aspirado, valga la redundancia, va a “aspirar” el aire de manera natural hacia el motor de combustión interna y la cámara de combustión, en sintonía con un spray de gasolina (que es la inyección) y con una chispa.
Estos generan una explosión, los cuales, generan potencia que se transmite a los caballos o al torque.
Cuando tienes un motor turbo, la turbina es la que va a aspirar el aire que está afuera. Por lo que va a ingresar mayor cantidad de aire a la cámara de combustión, pero, además, en ese trayecto lo va a enfriar.
Cuando enfrías el aire, éste se vuelve mucho más rico y denso. Entonces, ingresas todavía mayor cantidad de oxígeno a la cámara de combustión.
En resumen: tienes un oxígeno enriquecido y una mezcla de combustible mucho más rica que te va a dar mucha más potencia. Entonces, la pérdida de potencia con motor turbo en la ciudad no se percibe.
– Al tener más potencia, gastas menos gasolina, debido a que la potencia es más directa. Además, usas menos acelerador porque la potencia ya te la está dando el motor.
– Contaminas menos porque hay menos quema de gasolina, y esto se refleja en menos emisiones.
– El motor turbo no se revoluciona tanto. A menos de que manejes pausado y no desgastes el motor, esto te beneficia.
Es decir, no va a tener que girar a tantas revoluciones por minuto para entregarte una cantidad dada de potencia que necesitas para moverte.
Ahora ya lo sabes, si se puede, ¡mejor turbo!
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