Para una persona que se dedica a vivir en nostalgia permanente (yo), el Chevrolet Corvette Stingray es más que un coche histórico. Mucho más. Por sí solo, el nombre Corvette da infinitas razones para...
Para una persona que se dedica a vivir en nostalgia permanente (yo), el Chevrolet Corvette Stingray es más que un coche histórico. Mucho más. Por sí solo, el nombre Corvette da infinitas razones para escogerlo este #ViernesVintage. Comenzando con que Corvette es el vehículo de producción más longevo de la historia con más de 60 años en el mercado.
Sin embargo, hay una razón muy concreta detrás de mi elección de este vehículo. Pero para llegar a ello, primero tengo que hablarles de su peculiar nacimiento.
Todo empezó en 1953 donde General Motors presentaría un vehículo concebido originalmente sólo como un sueño. La generación C1 surge de un auto concepto llamado XP-87. Este coche llamó inmediatamente la atención a la gente exclusivamente por su diseño. Su estética futurista similar al de una nave espacial era algo nunca antes visto.
La recepción fue tan positiva que General Motors decidió el 30 de junio de 1953, iniciar la primera línea de producción del Corvette en Flint, Michigan. Su diseño, muy parecido a lo que pasó con Jeep Wagoneer, era sinónimo de los años 50. Creado primeramente como convertible, C1 sería el primer automóvil deportivo norteamericano con suspensión trasera independiente.
Introducido hasta 1955 al mercado, Corvette contaba con un V8 de 265 pulgadas cúbicas y transmisión manual de 3 velocidades. Hasta 1957 se ofrecería inyección de combustible y una caja manual de 4 velocidades.
Más adelante, las opciones de motorización se irían adaptando a las demandas del cliente. Por ejemplo, por un pago extra del 12% por encima del precio del listado, podías acceder a un motor de inyección de combustible que producía hasta 360 hp.
Naturalmente, el vehículo se vendió como pan caliente. La leyenda había nacido.
1963 sería el año glorioso donde vendría mi modelo favorito del Corvette; el cual utilizaría el nombre Sting Ray por primera vez.
C2 empezó con una reducción de tamaño así como un rediseño total a cargo de Larry Shinoda. Se tomó como inspiración tanto un modelo concepto anterior llamado Q Corvette y un vehículo de carreras apodado Mako Shark que asemejaba la forma de un tiburón del mismo nombre.
La inspiración en animales marinos junto con su distintiva silueta que vista desde arriba asemejaba a la de una mantarraya le otorgó el nombre de Chevrolet Corvette Sting Ray. El modelo introducido en 1963, sobra decir, fue excesivamente popular. Se construyeron 10,919 modelos convertibles y 10,504 modelos coupés solamente para este modelo.
•Años de fabricación: 1963-1967
•Motor: V8 Iron Block
•Potencia: de 250 hp a 360 hp dependiendo la versión
•Velocidad máxima: 209 kilómetros por hora (estimada)
•Transmisión: manual de 4 velocidades (una de 3 velocidades era opcional)
•Consumo medio de gasolina: no especificado.
Una serie de cambios seguirían llegando para las siguientes generaciones. En 1965, llegarían los motores Big Block V8 que producían la asombrosa potencia de 425 HP. Sorprendente potencia, motor responsivo y características únicas para esta generación lo destacaron del resto.
La tercera generación iniciaría en el año 68 con un hito histórico: C3 fue el primero en utilizar paneles removibles T-top del techo.
Los motores y el chasís se heredaban de C2 pero el cuerpo y los interiores eran totalmente nuevos. Se reemplazó el motor base del vehículo con uno de 5.36 litros pero manteniendo una potencia de 300 HP.
El diseño mientras tanto fue cambiando muy levemente hasta que hacia el año 1969, el nombre Sting Ray cambiaría a Stingray como una sola palabra. El cuerpo fue actualizado en el interior con asientos rediseñados así como cambios exteriores particularmente en la parte frontal.
Los Chevrolet Corvette Stingray del 73 fueron especiales al ser los únicos modelos donde el parachoques frontal estaba hecho de poliuretano. Además, la parte trasera contaba con dos piezas de cromo distintivas que nunca más se volverían a utilizar.
Durante 15 diferentes modelos, todos los Corvette se llamarían Stingray y múltiples versiones únicas saldrían al mercado. Por ejemplo, para el aniversario 25 del vehículo en 1978, se introduciría un modelo especial: el Indy 500 Pace Car Limited Edition. Son tantas las diferentes variaciones y modelos que créanme que se podría escribir una biblia entera solo de ellos.
Sin embargo, todo lo bueno tiene que terminar. 1981 sería el último año de esta tercera generación. Corvette seguiría pero aquellos modelos recibirían un rediseño total y el nombre Stingray desaparecería. O eso creíamos hasta que General Motors sorprendió a todos trayendo de vuelta el histórico nombre a su modelo introducido en 2014.
Esa es la historia de Chevrolet Corvette Stingray. Un sueño hecho realidad con motorizaciones impresionantes y tecnología nunca antes vista en modelos norteamericanos.
Pero no, no lo escogí por eso. La razón detrás de mi elección es mucho más simple que todo esto.
Sólo véanlo.
Alguna vez escuché que un automóvil jamás podría ser considerado como obra de arte. Si alguna vez tienen la desgracia de encontrarse a una persona que piense así, les invito que le enseñen una foto de este modelo para dejarlos calladitos.
Chevrolet Corvette Stingray es ese tipo de coche que si la gente se lo topa en la calle, se le quedaría viendo como si fuera Leonardo DiCaprio. No sé ustedes pero ese es el tipo de coche que quisiera tener.
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