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Hace 100 años se fundó Mazda en la ciudad de Hiroshima y ha tenido cualquier cantidad de retos hasta llegar a su éxito actual. Ni el poder atómico sobre su ciudad la pudo parar....
Hace 100 años se fundó Mazda en la ciudad de Hiroshima y ha tenido cualquier cantidad de retos hasta llegar a su éxito actual. Ni el poder atómico sobre su ciudad la pudo parar.
Los éxitos hoy son visibles, han encontrado un diseño distintivo, un tren motor adecuado para el mundo, gran era de producción, ha desarrollado nuevos vehículos acorde al momento actual como sus crossovers, pero también le hace honor a su historia como, por ejemplo, al ícono convertible Mazda MX-5.
Y dentro de ellos es haber elegido poner su planta más grande de México que esta semana produce su unidad un millón. 
Ha encontrado en esos 100 años a muchos socios y desde hace cinco años inició la producción en Salamanca, en el Estado de Guanajuato, antes que muchos lo pensaban después de haber llegado a vender a México.
Hoy, la planta desde donde le estoy escribiendo estas líneas, luce igual de nueva que ese día de enero de 2014 –hace seis años– en su inauguración, pero con una operación madura y mucha más actividad, ha alcanzado 1 millón de unidades. La promesa de esa fecha era producir autos en México y hoy lo ha cumplido a cabalidad haciendo los Mazda 2, Mazda 3, Mazda CX-30 y el Yaris R para Toyota.
Los ha llevado a 38 países en el mundo desde Salamanca y lo ha hecho un millón de veces.
Así, la calidad queda igual que aquellos que Mazda hace en Japón. Recuerdo el primero discurso de su presidente en aquella época que el compromiso era ese y desde que planearon venir, la prioridad fue la capacitación, la residencia de ingenieros en la localidad para llevar a cabo la planta de clase mundial.
Así, un millón de veces han sacado un Mazda de sus líneas de ensamble, provocando un millón de veces más el impacto económico en Guanajuato y a nuestro país.
Para Mazda se le han conjuntado muchas variables positivas desde que llegó a México, una red de distribución nueva y que ha encontrado ya una exitosa renovación, la creación de nuevos modelos e identidad en el mundo, el desarrollo de nuevos trenes motrices y hasta el anuncio de sus autos eléctricos.
Un millón de clientes en el mundo han comprado sus vehículos hechos en México. En sus primeros seis años, imagine lo que se puede lograr de aquí al 2030 cuando tenga 16 años la planta. No puedo ni imaginar el modelo que estará saliendo, pero con lo que han hecho este siglo los directivos Mazda podemos ver un futuro muy positivo.
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