La sinergia entre ambas busca optimizar el capital y desarrollar tecnologías que puedan ser utilizadas en un futuro próximo, si es que la industria camina en esa dirección.
La sinergia entre ambas busca optimizar el capital y desarrollar tecnologías que puedan ser utilizadas en un futuro próximo, si es que la industria camina en esa dirección.
Honda y General Motors no tenían gran potencia ni la mira puesta en el hidrógeno, pero ahora el plan cambió y se enfocaran en el desarrollo de un complejo en Michigan. Para ello han cooperado en términos iguales para inyectar 85 millones de dólares totales y desarrollar una siguiente propulsión para una nueva generación de vehículos con base en las celdas de hidrógeno.
Todo ello será desarrollado al interior de la planta de GM en Brownstown Township, por lo que el sur de Detroit contará con una adición de personal de la cual no conocemos número de empleos totales, pero que ayuda a ambas marcas a solidificar su presencia con la presidencia de los Estados Unidos, que busca generar empleos e inversiones que se queden en el país de las barras y las estrellas.
Esta inversión viene quizá un poco tarde y como opción a una posible desbandada de preferencias por el hidrógeno, una propulsión que Toyota ha encabezado y que prácticamente desechó para enfocarse en la creación de eléctricos e híbridos en el futuro, pero habrá que esperar a que la oferta y el cliente determine lo que requiere en función de las tecnologías que lance la industria y su oferta de precio.